Desde su descubrimiento en 1828, los antibióticos han permitido salvar a millones de personas infectadas por microorganismos patógenos. Sin embargo, la eficacia de estos fármacos se ha reducido con el tiempo debido a la aparición de bacterias resistentes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aumento de la resistencia a los antibióticos representa “un inmenso peligro para la salud mundial”. Y uno de los motivos de este crecimiento es la desinformación de la población. Así lo reveló una encuesta llevada a cabo por la misma institución a 10.000 personas.
Un mal uso
Entre las principales conclusiones, se halló que un 64% de los consultados cree que ciertos antibióticos pueden utilizarse para tratar resfriados y gripes, pese a que estos males son causados por procesos virales y no bacterianos.
“Los virus son sustancias vivas muchas más pequeñas que las bacterias y no responden a ningún tratamiento con antibióticos”, explicó a El Comercio Walter Hidalgo, coordinador del área de medicina interna de la clínica Delgado. Agregó que esta clase de comportamiento solo favorece a la aparición de superbacterias, aquellas resistentes a antibióticos.
Según el especialista, esta resistencia se debe principalmente a dos factores fundamentales: usar antibióticos en una dosis inadecuada y emplearlos para enfermedades que no corresponden. Esto ocurre cuando el paciente se automedica o cuando no respeta el tratamiento impuesto por el médico. Este último punto es resaltado en la encuesta de la OMS, en que el 32% afirma que se puede abandonar el tratamiento con antibióticos cuando uno ya se siente mucho mejor.
Perdiendo las armas
Según la normativa peruana, solo se puede adquirir antibióticos en las farmacias presentando una prescripción médica. Sin embargo, no siempre se respeta esta indicación, ya que aún existe un acceso inadecuado de estos fármacos en el país. En gran parte de los casos, las personas suelen automedicarse con antibióticos cuando sufren problemas respiratorios o digestivos.
“Alrededor del 60% o 70% de las infecciones respiratorias son virales, y los antibióticos no generan efectos”, recalca Hidalgo, quien afirma que la resistencia hace que sea más difícil curar enfermedades. “Te vas quedando sin armamento”, agrega.
En abril, la OMS lamentó que los servicios de sanidad en el mundo no tomen en cuenta el mal uso de los antibióticos como un factor fundamental para la aparición de superbacterias. “La resistencia a los antibióticos está poniendo en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas y socavando muchos adelantos de la medicina”, alerta la directora general de la OMS, Margaret Chan.
Y es que no solo reduce la oferta de medicamentos, sino que obliga a los especialistas a cambiar de tratamiento y a desarrollar nuevos fármacos, los cuales suelen tener un alto precio y no están disponibles en todas partes, es decir, este problema también tiene una repercusión económica grave.
Por ejemplo, y de acuerdo a la OMS, los medicamentos necesarios para tratar la tuberculosis multirresistente son 100 veces más caros que los fármacos de primera línea utilizados en el tratamiento de la tuberculosis no resistente, lo que impide que miles de personas puedan recuperarse de la mortal enfermedad.