En los últimos años se viene demostrando que el alto consumo de azúcar contribuye al desarrollo de sobrepeso, obesidad y sus complicaciones, entre ellas, diabetes, cáncer y enfermedades del corazón. Mientras que la Organización Mundial de la Salud aconseja limitar el uso del azúcar a no mas de seis cucharaditas de azúcar al día, la mayor parte de la población supera largamente esa cantidad. Una sola latita de gaseosa contiene por ejemplo, de 11 a 13 cucharaditas de azúcar.
Tal como lo reportamos en un anterior artículo de esta serie, debido a su escasez, el azúcar era muy caro, contándose que cuando el sultán Ahmed al-Mansur (1549-1603) construyó su palacio Al Badi en Marrakech; el oro, el mármol italiano y el ónix fueron obtenidos en trueque por su mismo peso en azúcar y a comienzos del siglo XVI, una sola cucharita de azúcar costaba el equivalente a 5 dólares modernos.
Con la introducción de la caña de azúcar a las Américas por Cristóbal Colon, se produjo la producción industrial y el abaratamiento del azúcar. Al aumentar la producción, empezó también la comercialización del producto, ayudada por la natural inclinación gustativa del ser humano a los dulces.
En este enlace podrás leer por completo el análisis que esta semana realiza el doctor Elmer Huerta con respecto a la situación de la industria del azúcar en el país.