Yerson Collave García

En cerca de dos meses, millones de niños volverán a clase luego de dos años de haber dejado las aulas debido a la pandemia de . La meta es que la gran mayoría de escolares esté inmunizado contra esta enfermedad antes de iniciar el año escolar.

Pero existen otras enfermedades que también deben ser atendidas mientras se aguarda la apertura de los centros educativos. La baja cobertura de algunas vacunas podría hacer que algunos menores sin inmunizar resulten afectados e incluso se produzcan brotes de enfermedades tan contagiosas como el sarampión o varicela, advierten los expertos consultados por El Comercio.

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“Sí, es posible [que se presenten brotes], sobre todo con la influenza y varicela. Pero, dado el escenario estacional que tenemos ahora, pienso que el mayor peligro está en la varicela y en marzo y abril, la influenza. Estas pueden producir algún tipo de brote, nos dice el infectólogo José López Revilla, del Hospital del Niño de San Borja.

El especialista resalta que desde la introducción de las vacunas contra la varicela han caído los brotes comunitarios de manera considerable. “Sin embargo, ahora existe ese riesgo, sobre todo en los preescolares, los que van a ir al jardín de niños”.

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“La vacuna pentavalente [difteria, tos convulsa, tétanos, influenza tipo b y hepatitis B] y la DPT [difteria, tos ferina y tétanos] deberían estar entre las prioridades, y la de la varicela también por el tipo de contagio. Esta enfermedad siempre ha sido un reto en los niños más pequeños, porque, al ser altamente contagiosa, produce brotes hospitalarios y comunitarios”, añade el también docente de la Universidad Científica del Sur.

Es importante recordar que los niños reciben, en sus primeros años de vida, 22 vacunas comprendidas en el Esquema Nacional de Inmunización, que previenen 26 enfermedades. Como han demostrado décadas de campañas de inmunización, la mejor herramienta de prevención es la vacunación, dicen entidades como Unicef y el Ministerio de Salud.

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Las enfermedades eruptivas pueden volverse muy peligrosas. (Difusión)
Las enfermedades eruptivas pueden volverse muy peligrosas. (Difusión)

“[De todas las enfermedades que se pueden prevenir por vacunas], la que más preocupa es el sarampión, porque es sumamente contagioso. Basta que aparezca un caso para que rápidamente se disemine entre la población no vacunada, por eso es importante que los padres revisen que sus niños tengan su refuerzo de la vacuna DPT y la triple vírica [sarampión, paperas y la rubéola], polio y las demás”, explica la doctora Theresa Ochoa, infectóloga pediatra y directora del Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humboldt de la UPCH.

“La otra vacuna importante es la de la influenza. Colocamos la primera dosis en el primer año de vida y una dosis anual hasta los cinco años. Es importante [que los niños estén vacunados] porque no sabemos cómo se va a comportar la influenza poscovid”, advierte la investigadora.

¿Qué deben hacer los padres?

El lunes 24 se inició la vacunación contra el COVID-19 con los niños de 10 y 11 años y con aquellos que presentan comorbilidad (de 5 a 11 años). (Foto: GEC)
El lunes 24 se inició la vacunación contra el COVID-19 con los niños de 10 y 11 años y con aquellos que presentan comorbilidad (de 5 a 11 años). (Foto: GEC)

Las clases iniciarán a fines de marzo, lo que deja cerca de ocho semanas para que los niños que no cuentan con sus vacunas completas acudan a un centro de salud con sus padres y reciban sus dosis correspondientes, recomiendan los pediatras.

El doctor López Revilla resalta que muchas veces en la consulta médica, los padres no tienen claro qué vacunas han recibido sus hijos o cuándo les toca su siguiente dosis o refuerzo. Por ello, al igual que la doctora Ochoa, recomiendan que los padres revisen el carné de vacunación de sus niños y si ven algún casillero sin llenar, se dirijan al centro de salud a pedir información y agenden una cita para que sus hijos reciban las vacunas que les faltan.

“La DPT es una vacuna a la que los papás deben prestar atención, sobre todo el segundo refuerzo que es entre los cuatro y seis años, y que probablemente muchos niños no lo tienen [debido a la pandemia]. También la de la polio, que no está erradicada sino eliminada, también la del neumococo, rotavirus…”, añade la doctora Ochoa.

“A nosotros nos pasa [en el hospital] que a veces vienen pacientes referidos de otras provincias a Lima, llegan sin su carné de vacunas y los familiares no saben [cuáles ya tienen], y tampoco están registradas todas en el portal de vacunación [del Minsa]. Entonces, llegan sin vacunas y se van sin vacunas”, relata López Revilla.

Control de brotes

Los médicos consultados por este Diario coinciden en que ante un eventual brote de alguna enfermedad prevenible por vacunas, el país tiene experiencia para poder controlarlo, pues ya se ha hecho con brotes de sarampión y recientemente con los casos de difteria en Lima. Este evento fue controlado rápidamente en 2020.

“El CDC [Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades] tiene experiencia en el control de brotes. Se han hecho labores excelentes en brotes de sarampión, con la búsqueda alrededor del caso, se estudian todos los contactos y se vacuna. Hay buena experiencia para controlar brotes […] Hay una buena experiencia reciente en el control de un brote de difteria: se hizo un cerco epidemiológico, se estudiaron los contactos y se vacunó”, detalla Ochoa.

Una trabajadora de salud prepara una vacuna en el marco de una campaña de vacunación contra la difteria en Lima en octubre de 2020. (Foto: Luka GONZALES / AFP)
Una trabajadora de salud prepara una vacuna en el marco de una campaña de vacunación contra la difteria en Lima en octubre de 2020. (Foto: Luka GONZALES / AFP)
/ LUKA GONZALES

Coincide en ello López Revilla: “Los brotes no son nuevos, cuando nosotros hemos asistido a brotes en colegios hemos visto que el padre de familia ya tiene información previa sobre cómo manejar los posibles casos. Siempre se han controlado a nivel comunitario, nunca han requerido una intervención muy grande, pero sí sería una oportunidad para [que se implemente] una estrategia comunicacional por parte del Ministerio de Salud para contener este tipo de brotes”.

“Mientras más vacunas tenga el niño, mientras más completo esté su esquema de vacunación, más protegido estará para otro tipo de enfermedades no cubiertas. Eso quiere decir que los niños que reciben constantemente vacunas están constantemente reforzando su sistema inmune, y esto a la vez refuerza la respuesta frente a otros agentes. Esa es una gran ventaja que también tienen a diferencia de los que no están vacunados”, finaliza el médico pediatra.

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¿Qué opinan los padres de familia sobre la vacunación contra el COVID-19 a los niños de 5 a 11 años?
La inmunización de los menores comenzará el lunes 24 de enero, empezando con quienes tienen 10 y 11 años y aquellos niños con comorbilidad.

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