El atún es un pescado que suele ser consumido en diversas presentaciones. (Foto: Bloomberg)
El atún es un pescado que suele ser consumido en diversas presentaciones. (Foto: Bloomberg)
Yerson Collave García

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomendó a inicios de noviembre a niños y embarazadas que no consuman atún ni pez espada por la presencia de mercurio en estos pescados.

“No consumir especies con alto contenido en mercurio: pez espada, emperador, atún rojo (thunnus thynnus), tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y lucio”, fue exactamente la advertencia.

La entidad también agregó que el consumo de estos pescados en los niños de entre 10 y 14 años debe limitarse a 120 gramos al mes. El consumo también debe ser limitado en aquellas mujeres que desean quedar embarazadas.

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El Perú no es ajeno a este problema pues existe registro de varias especies, principalmente amazónicas, contaminadas con este metal pesado que afecta los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel, los pulmones riñones y ojos.

A propósito de esta noticia, conversamos con José Bauer, biotecnólogo y microbiólogo de la Universidad Cayetano Heredia, para que nos explique las graves consecuencias de consumir peces contaminados con mercurio.

Cómo ingresa el mercurio al cuerpo

El mercurio se encuentra de forma natural en el aire, el agua y los suelos, según explica la . Puede estar en un estado elemental o metálico; estado inorgánico, al que las personas están expuestas por su actividad laboral; y en estado orgánico, en forma de metilmercurio, presente en los peces y que ingresa al cuerpo humano por vía alimentaria.

“Cuando el mercurio ingresa al cuerpo por alimentos o de otro modo, el organismo va a detectar la sustancia y va reaccionar generando problemas en el hígado, en los riñones y pulmones”, explica a El Comercio José Bauer, biotecnólogo y microbiólogo de la Universidad Cayetano Heredia.

En el mar, los atunes consumen otros peces más pequeños y plancton, lo cual incrementa su nivel de mercurio. (Foto: Pixabay)
En el mar, los atunes consumen otros peces más pequeños y plancton, lo cual incrementa su nivel de mercurio. (Foto: Pixabay)

“En las mujeres embarazadas, el mercurio pasa por el cordón umbilical y llega a todas las partes del cuerpo hasta el cerebro. Entonces los niños nacen con problemas neurológicos", agrega el experto en biominería y medioambiente.

En el caso de los niños que están expuestos a mercurio, los efectos tóxicos de esta sustancia van a depender de la etapa de desarrollo en que se encuentren los menores y del período de exposición. Los efectos neurológicos son especialmente dañinos, pues son irreversibles.

“Tras la inhalación o ingestión de distintos compuestos de mercurio o tras la exposición cutánea a ellos se pueden observar trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea o disfunciones cognitivas y motoras”, alerta la OMS.

Bauer afirma que uno de los problemas de la contaminación por mercurio es que “no genera síntomas tan rápido como una contaminación por microorganismos, ya que estos tóxicos químicos se van acumulando y ya cuando se manifiestan sus efectos, los niveles de mercurio son muy altos en el organismo”.

En ese sentido, Mayo Clinic recomienda que para limitar la exposición, se deber "evitar los mariscos con alto contenido de mercurio, entre ellos, el pez espada, la caballa real y el blanquillo. Si comes pescados de aguas locales, presta atención a las advertencias respecto al pescado en tu área o limítate a consumir hasta 6 onzas (170 gramos) por semana y no comas otros pescados esa semana”.

Fuente: OMS
Fuente: OMS

El mercurio es dañino si está en los alimentos o en contacto con la piel. En el primer caso, al ser procesado por el cuerpo, afecta los riñones, el cerebro, etc. En el segundo, el efecto será alergia en la piel y hasta quemaduras. También puede ser absorbido cuando está vaporizado. En todos los caso, el daño depende del nivel de exposición. .

Una mayor vigilancia

En diversas partes del mundo, los peces y otros animales marinos de consumo humano están expuestos al mercurio principalmente debido a la actividad humana, como la minería que utiliza esta sustancia para la extracción de oro. Por ejemplo, desde 2016, el bagre (Calophysus macropterus) tiene tan altos niveles de contaminación que el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (SANIPES) ha suspendido desde su extracción, comercialización y distribución en el Perú.

“Las autoridades deben vigilar si los peces que consumimos en el país están contaminados con mercurio y otros metales pesados”, afirma Bauer, quien explica que ya se han detectado problemas con otras especies del mar peruano.

“Nosotros aquí tenemos un problema con la pota (calamar gigante), este es un depredador que consume otros peces que se contaminan con mercurio. Los pescadores, luego de atraparlos, arrojan al mar su el tubo digestivo contaminado con mercurio y otros peces se alimentan (de esos restos)”, explica.

El mercurio está presente en diversos objetos, como el termómetro. (Foto: Pixabay)
El mercurio está presente en diversos objetos, como el termómetro. (Foto: Pixabay)

Por ello, es importante -asegura el experto- que las autoridades no solo realicen evaluaciones biológicas (examinar si los peces están contaminados con microorganismos o parásitos), sino también se debe evaluar su inocuidad química, es decir, si hay presencia de metales pesados en los peces y conservas.

“Lo que hay que hacer es analizar a los peces en los ríos y también realizar estudios químicos a las latas de atún importadas para verificar que no estén contaminadas a nivel biológico y químico. Debería haber una mayor exigencia en la evaluación de metales pesados”, afirma.

Evitar la contaminación de los ríos y océanos con desechos que contengan metales pesados (pilas, productos farmacéuticos, fluorescentes) y elevar los estándares de control en la pesca e importación ayudará a evitar que se afecte la salud de los niños a mediano y largo plazo, aseguran los expertos.

“Si se tiene cuidado en la extracción y se tiene un mar que no está contaminado con desechos, entonces no estaremos tan expuestos. El mercurio no debe estar en ningún pez, el nivel aceptable es cero”, finaliza Bauer.

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