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MADRID. El sistema solar deparó este año múltiples sorpresas e hizo de Marte el planeta de moda, pero además se pudo ver como nuca el lejano Plutón y se descubrió nuevos datos sobre cometas gracias a la sonda Rosetta.
Fiebre roja
El 2015 ha sido el año del planeta rojo, ya que en setiembre la NASA anunció que Marte tiene riachuelos de agua que fluyen de manera intermitente por sus laderas. y es que las rayas localizadas en varios lugares de la superficie marciana "confirman la hipótesis" de que se deben a la "actividad actual de agua salobre", aseguraron los investigadores.
"La existencia de agua líquida, incluso si es agua supersalada, ofrece la posibilidad de que haya vida en Marte, y de que tengamos una forma de describir cómo (esa vida) podría sobrevivir", según John Grunsfeld, del Directorio de Misiones Científicas de la NASA.
Marte es el planeta más próximo a la Tierra y, por lo tanto, el siguiente objetivo tras alcanzar la Luna, pero además ha estimulado siempre el imaginario colectivo como futuro hogar del ser humano.
Esa fascinación alcanzó este año cotas cinematográficas, al ser el escenario de la película "The Martian", dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Matt Damond, que cuenta la odisea de un astronauta que es abandonado en el planeta rojo y que debe aplicar sus conocimientos para sobrevivir.
Marte es un planeta en el cual las fuertes tormentas solares provocaron la pérdida de su atmósfera, según descubrieron los científicos, y donde la sonda MAVEN detectó dos fenómenos insólitos: auroras intensas y una nube de polvo a gran altitud de origen aún desconocido.
El planeta enano lejano
Durante años, Plutón fue el noveno planeta del sistema solar, pero en el 2006 fue arrojado del Olimpo de los grandes para jugar en la liga de planetas enanos. Aunque podría volver a la división de honor, pues ahora se sabe que tiene 2.370 kilómetros más de diámetro de lo que se creía.
El mundo entero volvió sus ojos hacia ese gran desconocido cuando la sonda espacial estadounidense New Horizons, después de un viaje de más de 9 años, logró, el 14 julio, pasar a solo 12.500 kilómetros de Plutón. Una hazaña histórica.
Las fotografías revelaron la belleza de Plutón, que no defraudó a nadie, sobre todo por una mancha en forma de corazón en el hemisferio Sur, que es nada menos que un glaciar formado por hielo de monóxido de carbono.
El planeta enano no solo tiene montañas, glaciares y una atmósfera neblinosa, sino que presenta multitud de colores, desde áreas rojizas oscuras en el ecuador a zonas más claras y azuladas en latitudes mayores.
El sobrevuelo de Plutón causó tal expectación que fue uno de los momentos más influyentes en Twitter este año, según la red social.
El origen del sistema solar
Pero el 2015 fue también el año de Rosetta y su módulo Philae. En noviembre se cumplió un año desde que el pequeño módulo se posara en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, mientras la sonda seguía sus pasos alrededor del Sol.
Philae, que hizo historia el año pasado por aterrizar sobre el cometa, salió brevemente de su hibernación en junio para enviar valiosos datos, como la existencia de compuestos orgánicos considerados precursores de la vida.
Por otro lado, Rosetta siguió fascinando con sus descubrimientos, entre ellos la gran cantidad de oxígeno detectada en el cometa y que es el hallazgo más sorprende hasta ahora.
La sonda, que junto a al cometa, alcanzó este año su punto más cercano al Sol, descubrió además vapor de agua con un "sabor" diferente al de los océanos terrestres, lo que alimenta el debate sobre si los cometas trajeron el agua a nuestro planeta.
Una anomalía
El 2015 se acercaba a su fin cuando una noticia hizo volar la imaginación de más de uno. La luz procedente de la estrella la KIC 8462852 fluctuaba de manera errática, por lo que se especuló con que en su órbita hubiera una gran estructura posible obra de una civilización extraterrestre.
Sin embargo, el instituto SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) acaba de señalar que no ha encontrado "evidencias de una civilización avanzada que emita señales de láser intencionadas hacia la Tierra" y que la explicación más plausible es que esas fluctuaciones se deban a fragmentos de cometas, por lo que el 2015 se cierra sin ser el año en que se contactó con ninguna civilización alienígena.
Fuente: EFE
