(Fuente: Internet)
Diego Suárez Bosleman

Hoy en día es imposible no escuchar de vez en cuando la palabra ‘meme’. ¿Sabe exactamente qué significa? Si le dijera que se trata simplemente de imágenes o videos divertidos que circulan en Internet, este artículo terminaría aquí. Sin embargo, este término abarca mucho más de lo que uno puede imaginar, puesto que está relacionado con la ciencia.

– “El gen egoísta”–

‘Meme’ no es una palabra nueva. Apareció por primera vez en 1976 en el libro “El gen egoísta”, del biólogo evolucionista Richard Dawkins, con el fin de ejemplificar que la transferencia de cultura y de información genética se comportan de la misma manera.

Para este científico británico, el meme es una unidad de información cultural que se propaga virulentamente sin cambios significativos y se replica entre los seres humanos. Lo mismo ocurre con los genes: hacen copias exactas de sí que se van heredando por generaciones, perpetuando ciertas características. Lo curioso es que tanto el meme como el gen pueden modificarse espontáneamente, mutar; asimismo, ambos pueden ser afectados por la selección natural, algunos desaparecerán mientras otros perdurarán. Bajo ese concepto, un meme puede ser melodías, ideas, frases pegajosas, modas de ropa, formas de construir edificaciones, el lenguaje, incluso la religión, entre otras cosas.

Cuando plantas un meme fértil en la mente, literalmente parasitas al cerebro, convirtiéndolo en un vehículo para que el meme se propague, de la misma forma que lo haría un virus que parasita los mecanismos genéticos de una célula”, detalla “El gen egoísta”.

“A los memes no los obtienes de los genes. Los obtienes del ambiente cultural, de tus padres, de tus iguales, de la sociedad donde te has criado. Y para eso necesitas percepción”, sostiene el filósofo estadounidense Daniel Dennett. Él agrega que existen memes peligrosos, en otras palabras, ideas que perduran a pesar de tener un impacto negativo en la preservación de la persona.

–Propagación definitiva–

El meme tal como lo conocemos hoy –imágenes o videos divertidos con textos irreverentes– llegó gracias a la aparición de Internet. Este fue el lugar ideal para que todo tipo de contenido se propagara en el ámbito mundial tan rápido como un virus.

Uno de los primeros memes digitales –algunos medios lo consideran el primero– fue creado por el diseñador Michael Girard en 1996. Se trató de la animación de un bebe bailando, conocida ahora como la del bebe bailando cha-cha.

La gente comenzó a compartir al bebe bailarín a través de los correos electrónicos. Luego, fue incluido en páginas webs y en la ropa. Tan grande fue el impacto que en 1998 esta animación apareció en el programa televisivo “Ally McBeal”.

“Creo que [el bebe bailando cha-cha] se difundió porque era un archivo GIF que se podía adjuntar fácilmente a los correos electrónicos, y el bebe parecía despreocupado y optimista. Pero sobre todo, y un poco inquietante, es que la gente disfrutaba ridiculizándolo”, escribe Girard en el portal Popular Science.

Actualmente, el valor del meme digital ha superado su carácter cómico y gracioso, y se ha convertido en una herramienta eficaz para las campañas publicitarias.

“Hoy, el meme es tan importante como pudo haber sido en su momento el aviso de prensa. La ventaja es que el meme es como un comodín cultural: no importa en qué cultura estés, lo vas a poder decodificar, entender. Tú tienes el meme de Michael Jackson comiendo canchita y sabes que lo que quiere decir es intriga o el meme de ‘Bad Luck Brian’, que se asocia a un comportamiento tonto”, le dijo a El Comercio Miguel Ugaz, director de contenidos de MU Marketing & Content Lab.

Los memes se han vuelto más notorios. Y aunque la mayoría siga minimizando su verdadero significado, estos seguirán siendo el reflejo de nuestra cultura y forma de pensar.

–¿Es esta caricatura de 1921 un meme?–

(Fuente: The Judge)
(Fuente: The Judge)

Esta imagen fue publicada en Twitter. Algunos señalaban que se trataba del primer meme –según nuestro concepto de meme digital– de la historia. La viñeta es de 1921 y pertenece a la revista “Wisconsin Octopus”, la cual publicó varias imágenes similares. Pero para considerarse un meme, tiene que haber llegado a varias personas sin sufrir cambios significativos.

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