El murciélago de Borneo ha desarrollado una importante relación mutualista con un tipo de planta carnívora. El animal encuentra un refugio agradable en el que pasar el día y las plantas, a cambio, se alimentan de sus heces.
Ello sucede debido a que este animal habita zonas de humedales donde casi no existen cuevas ni tierra firme, dado que la mayoría del suelo es pantanoso. La vegetación es densa y hay muchos depredadores e insectos.
En realidad, esta planta carnívora no supone riesgo alguno para el murciélago, ya que se trata de Nepenthes hemsleyana, una especie insectívora. No emite olores llamativos, tampoco tiene colores vistosos, ni desprende hormonas o adopta aspectos engañosos para cazar. Sus 'bocas' son unas flores gigantes que tienen una ranura de entrada bastante grande y un líquido digestivo en el fondo. Una planta poco eficiente, según los científicos. Entonces, ¿cómo sobrevive?
En lugar de ajustarse a las necesidades de los insectos para alimentarse de ellos, la Nepenthes hemsleyana ha preferido adecuarse a las de los murciélagos. La superficie de sus flores es un buen reflectante del sonido, lo que hace que los sonares de estos animales alados puedan encontrarlas.
Además, encajan perfectamente dentro de sus flores, que los esconden de potenciales enemigos y les dan una morada agradable en la que pasar el día.
El principal beneficio de la planta es que, mediante el movimeinto de los murciélagos, pueden polinizar otras plantas. Pero aún más importante, puede alimentarse del excremento del animal, pues la forma de sus flores hace que los murciélagos no entren en contacto con el líquido gástrico del fondo, pero los deshechos sí llegan a dicha zona.
De acuerdo con una reciente investigación publicada en 'Current biology', una tercera parte del aporte de nitrógeno de estas plantas viene de sus huéspedes.
Fuente: Cienciaxprora.com