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Redacción EC

El museo de la  paraguaya en Asunción, instalado donde funcionaba el Hospital Clínicas, es un reflejo de la historia de esa disciplina en el país, que se remonta a los guaraníes y al empleo de hierbas medicinales recetadas por los antiguos chamanes, que eran los sanadores de las tribus.

El museo, que fue inaugurado en el 2014 y depende de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional, cuenta con un recorrido cronológico desde los inicios de la medicina paraguaya en los guaraníes hasta la culminación en una galería donde constan los nombres de todos los médicos recibidos en esa casa de estudios hasta el 2012.

El museo, que fue una idea del doctor Salvador Addario, recoge principalmente unos 120 años de historia de la medicina y el sistema de salud paraguayo que marca sus inicios en lo que se conocía como el Hospital Potrero, un hospital de sangre para tratar a los heridos de la guerra de la triple alianza (1864-1870), dijo a Efe Teresita González encargada del museo.

González explicó que el acervo del museo está basado principalmente en objetos utilizados a lo largo de la historia que cayeron en desuso y fueron coleccionados por el doctor Addario, quien tenía la idea firme de instalar un museo de la medicina.

González indicó que el primer intento de Addario por instalar el museo tuvo lugar en el 2003 cuando exhibió parte de esos objetos en una sala de la cátedra de clínica médica.

"Desde el año 1977 (Addario) venía juntando los objetos que caían en desuso, por ejemplo un electrocardiógrafo que ya caía en desuso, que ya no funcionaba, él lo guardaba en un depósito para construir lo que él decía sería a ser su museo", añadió Cáceres.

Indicó que la apertura del museo fue posible gracias a la Facultad de Ciencias Médicas con la colaboración de la fundación Itaú que dispuso de un capital inicial para contratar al museólogo Luis Lataza, quien puso en escena todos los objetos recogidos por Addario.

La historia de la medicina moderna en Paraguay parte desde el Gobierno de Gaspar Rodríguez de Francia (1814-1840), quien había contratado al botánico con conocimientos médicos, Aimé Bonpland, como su médico particular y quien era el único que podía tratar al dictador.

El museo no solo recuerda a la medicina como práctica sino también como estudio, porque parte de él está dedicado a los estudiantes de medicina que alguna vez pasaron por las aulas de la facultad y practicaron en las salas del Hospital.

González explicó que en un sector del museo se pueden observar pupitres, mesas y hasta boletines de calificación de los estudiantes que pasaron por la casa de estudio; sin embargo, uno de los artefactos más importantes del acervo es un proyector de diapositivas fabricado en 1915 y traído a Paraguay en 1925.

"Tenemos un proyector de diapositivas que se llamada delineascope, fue inventado aproximadamente en 1915, y llegó a Paraguay 10 años después que para el época implicaba tener un proyector a la vanguardia de la tecnología", añadió González.

"Es como que ayer se estrenó una película y hoy la ves", comparó González con el poco tiempo que tardó el Hospital en tener el proyector desde su invención.

Resaltó que una de las características del Hospital de Clínicas siempre fue estar a la vanguardia de la tecnología para la práctica o estudio de la medicina.

El museo tuvo esta semana unos peculiares visitantes ya que, con motivo de la celebración del Día del Niño en Paraguay, 500 infantes acudieron a sus instalaciones para aprender sobre la historia de la medicina en el país y, por qué no, formar parte en futuro de ese mural donde constan los nombres de los egresados desde 1903.

(EFE)

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