Idafe Martín
Desde Bruselas
¿Qué pasa por la cabeza de un gran futbolista en los segundos de más tensión durante los grandes partidos? ¿Qué ocurre en el cerebro de Neymar cuando encara a un defensa, como Sergio Ramos del Real Madrid, en un partido con el Barcelona? ¿O cuando golpea al balón en un tiro franco? Al parecer, bien poco.
Neurólogos japoneses publicaron en “Swiss Journal Frontiers in Human Neuroscience” –una de las principales publicaciones mundiales sobre neurociencia– un estudio en el que demuestran que, en los momentos más importantes de un partido, la actividad de la región del cerebro de Neymar que controla el movimiento del pie no llega ni al 10% de la que tiene en una situación similar un futbolista amateur.
Según los científicos, es como si Neymar no pensara lo que hace, como si todo le saliera de forma instintiva. Es como si un piloto automático –en su cerebro– le dictara sus decisiones en centésimas de segundo sin que él realmente eligiera conscientemente si regatear por la derecha o por la izquierda, o si ya es hora de pasar el balón a un compañero.
Los científicos, desplazados a Barcelona, hicieron análisis cerebrales a Neymar mediante escáneres y los compararon con exámenes idénticos a tres jugadores españoles de Segunda División, a dos nadadores de alto nivel y a un futbolista amateur.
Consideran que sus conclusiones les permiten alegar que esa extraña leve actividad cerebral puede ser consecuencia de la repetición, durante años, de los mismos ejercicios en los entrenamientos, pero que también puede tener una explicación genética y que otros grandes jugadores, como Messi o Ronaldo, podrían experimentar esa misma reacción cerebral.
Según el estudio, hay “evidencias de que el cerebro de Neymar usa muy pocos recursos de las regiones cerebrales que activan los movimientos de los pies precisamente cuando mueve los pies”. Eiichi Naito, jefe del proyecto, dijo al diario “Mainichi Shimbun”, que “una actividad cerebral reducida genera menos carga, lo que le permite realizar muchos movimientos complejos a la vez”. Eso, según los científicos, muestra que el cerebro de Neymar trabaja de forma más eficiente cuando hace mover los pies, usando menos recursos.
Los demás deportistas participantes en el experimento registraron actividad neuronal en la misma región del cerebro, pero que esta fue menor en los cuatro futbolistas profesionales (Neymar y los tres de Segunda División) aunque el movimiento que realizaron fue exactamente el mismo.
Es como si los grandes jugadores (Neymar, Messi, Iniesta, Ronaldo, James) no supieran exactamente lo que están haciendo. Esa podría ser una de las explicaciones sobre qué hace a esos jóvenes diferentes del resto de los humanos con un balón delante.