(Foto: Universidad de Warwick/Mark Garlick)
(Foto: Universidad de Warwick/Mark Garlick)
Redacción EC

A unos 600 años luz de la Tierra, los especialistas han descubierto un gigantesco planeta gaseoso del tamaño de Júpiter, el más grande del sistema solar. Lo sorprendente es que su sola existencia desafía las teorías actuales de formación planetaria.

Llamado NGTS-1b, orbita una estrella pequeña con la mitad de radio y masa que nuestro Sol. Por lo tanto, se trata del planeta más grande en comparación con el tamaño de su estrella que se ha descubierto hasta la fecha. Pero esto es imposible o extremadamente improbable.

Según las teorías de formación planetaria, un planeta de este tamaño no podría ser formado por una estrella tan pequeña, pues no es capaz de reunir suficiente material para permitir la creación de un cuerpo celeste tan grande.

Una pequeña estrella se levanta por encima del gigantesco planeta NGTS-1b. (Foto: University de Warwick/Mark Garlick)
Una pequeña estrella se levanta por encima del gigantesco planeta NGTS-1b. (Foto: University de Warwick/Mark Garlick)

"El descubrimiento de NGTS-1b fue una completa sorpresa para nosotros; no se creía que estos planetas masivos existieran alrededor de estrellas tan pequeñas", afirma Daniel Bayliss, autor principal de esta investigación.

"Nuestro desafío ahora es descubrir cuán comunes son estos tipos de planetas en la galaxia", agrega.

NGTS-1b es el primer planeta en ser detectado gracias al Next-Generation Transit Survey (NGTS), un sistema que emplea 12 telescopio para la exploración espacial.

Este nuevo planeta tiene tan solo un 20% menos de masa que Júpiter, pero está muy cerca a su estrella -el 3% de la distancia entre la Tierra y el Sol- y completa una órbita en 2,6 días. Esto significa que un año en NGTS-1b equivale a dos años y medio en la Tierra.

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