Managua (dpa). El Ministerio de Salud (Minsa) de Nicaragua adquirió un equipo termociclador, capaz de amplificar las muestras de ADN y detectar el virus chikungunya que afecta a México y a varios países de Centroamérica y el Caribe, se informó hoy en Managua.
Angel Balmaceda, director del Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia del Minsa, dijo al portal oficial El 19 que el equipo es único en Centroamérica, está valorado en 50.000 dólares y se adquirió con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El termociclador está instalado en el Laboratorio de Biología Molecular del Minsa, donde existen los equipos necesarios para poder detectar con pruebas de sangre la presencia del peligroso virus, que transmite el mosquito ‘Aedes aegypti’, también vector del dengue.
Balmaceda explicó la detección del chikungunya se realiza mediante una prueba conocida como PCR, que puede confirmar la presencia del virus en los cinco días siguientes al contagio.
Agregó que la nueva tecnología permitirá al personal del Minsa realizar unas 90 pruebas diarias y analizarlas en un lapso de cuatro horas, lo cual ayudará a controlar una eventual epidemia.
"Esta tecnología muy pocos laboratorios la poseen y Nicaragua es el primero en la región que ha logrado desarrollarla", afirmó.
En los últimos días el Minsa ha examinado al menos 35 casos sospechosos de chikungunya, sin que hasta el momento se haya confirmado la presencia del virus en el país.
El gobierno aseguró que su personal médico y dirigentes comunitarios han sido capacitados para enfrentar lo que se considera es una "inminente" llegada del virus, que provoca fiebre y dolores articulares que pueden convertirse en una afección crónica.
Casos de chikungunya se han detectado en las islas caribeñas de Haití, República Dominicana, Martinica, Guadalupe y Cuba. En América Central ya se han reportado casos en Panamá, El Salvador y la vecina Costa Rica.
El año pasado, Nicaragua enfrentó una fuerte epidemia de dengue que dejó 20 fallecidos y más de 8.000 afectados. En el resto de Centroamérica, la enfermedad causó 40 muertes y 100.000 contagiados.