En la imagen Charles M. Rice (derecha) con un estudiante en un laboratorio. Los estadounidenses Harvey Alter y Charles Rice, junto con el británico Michael Houghton, ganaron el 5 de octubre de 2020 el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento del virus de la hepatitis C. (Foto: Handout / The Rockefeller University / AFP)
En la imagen Charles M. Rice (derecha) con un estudiante en un laboratorio. Los estadounidenses Harvey Alter y Charles Rice, junto con el británico Michael Houghton, ganaron el 5 de octubre de 2020 el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento del virus de la hepatitis C. (Foto: Handout / The Rockefeller University / AFP)
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Redacción EC

El virus de la hepatitis C, cuyo descubrimiento fue galardonado este lunes con el , es responsable de una terrible enfermedad crónica, que progresa en silencio antes de provocar potencialmente cirrosis o cáncer de hígado, pero que ya es posible curar.

Calificada por el jurado del Nobel de “problema mayor de salud mundial”, la hepatitis C mata cada año a 400.000 personas, mientras que 71 millones son portadoras crónicas del virus, es decir, 1% de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Es una enfermedad silenciosa

Entre los portadores, solo una de cada cinco (19%) son conscientes de su enfermedad, debido a unas capacidades limitadas de diagnóstico a nivel mundial.

Tras una fase de infección aguda, generalmente asintomática, una minoría de pacientes, entre 15% y 45%, elimina espontáneamente el virus, pero en la mayoría de casos este se instala en las células del hígado para convertirse en una enfermedad crónica.

La hepatitis puede, a la larga, causar complicaciones graves como cirrosis o cáncer de hígado. (Foto: Pixabay)
La hepatitis puede, a la larga, causar complicaciones graves como cirrosis o cáncer de hígado. (Foto: Pixabay)

Pero se mantiene silenciosa durante mucho tiempo, puesto que puede evolucionar durante 10, 20 y hasta 30 años antes de que aparezcan complicaciones graves como cirrosis o cáncer de hígado.

Según la OMS, “entre los enfermos crónicos, el riesgo de padecer cirrosis del hígado es de entre 15% y 30% durante un periodo de 20 años”.

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El aporte de los descubridores del virus

Harvey Alter y Charles Rice (Estados Unidos) y Michael Houghton (Reino Unido) recibieron el Nobel de Medicina por el descubrimiento del virus de la hepatitis C. Sus investigaciones han contribuido al desarrollo de pruebas sanguíneas y tratamiento eficaces.

A finales de los años 1970, Harvey Alter, que hoy tiene 85 años, identificó que durante las transfusiones tenía lugar un contagio hepático misterioso, que no estaba ligado ni a la hepatitis A ni a la hepatitis B, señaló el jurado.

Años más tarde, en 1989, se le atribuyó a Michael Houghton y su equipo el descubrimiento de la secuencia genética del virus. En cuanto a Charles Rice, de 68 años, “aportó la prueba final de que el virus de la hepatitis C podría causar por si solo la enfermedad”, precisó Patrick Ernfors, el presidente del comité que elige a los premiados.

La contribución de Harvey Alter, Charles Rice y Michael Houghton fue fundamental en el hallazgo de un tratamiento para la Hepatitis C. (Foto: Jonathan NACKSTRAND / AFP)
La contribución de Harvey Alter, Charles Rice y Michael Houghton fue fundamental en el hallazgo de un tratamiento para la Hepatitis C. (Foto: Jonathan NACKSTRAND / AFP)
/ JONATHAN NACKSTRAND

Rice analizó igualmente durante años la manera en la que el virus se replicaba, en investigaciones que condujeron al surgimiento de un nuevo tratamiento revolucionario a principios de los años 2010, el sofosbuvir.

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¿Cómo se transmite la hepatitis C?

La hepatitis C se transmite esencialmente a través de la sangre. Las transfusiones fueron durante mucho tiempo una vía importante de contaminación, pero con el desarrollo de tests de detección, este tipo de contagio prácticamente desapareció.

Hoy, la OMS estima que 23% de las nuevas infecciones y 33% de la mortalidad debido al virus de la hepatitis C son imputables a la inyección de drogas con material no esterilizado.

También se puede transmitir durante la realización de tatuajes y piercings y más puntualmente, mediante una relación sexual o de una madre al feto.

La contribución de Harvey Alter, Charles Rice y Michael Houghton fue fundamental en el hallazgo de un tratamiento para la Hepatitis C. (Foto: Jonathan NACKSTRAND / AFP)
La contribución de Harvey Alter, Charles Rice y Michael Houghton fue fundamental en el hallazgo de un tratamiento para la Hepatitis C. (Foto: Jonathan NACKSTRAND / AFP)
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Un tratamiento efectivo

La producción en los años 2010 de nuevos antivirales de “acción directa”, capaces de eliminar el virus en pocos meses en más de 95% de los casos, revolucionó el tratamiento de esta enfermedad. Se trata sobre todo del sofosbuvir, comercializado por el gigante farmacéutico Gilead bajo el nombre de Sovaldi.

Estos medicamentos hacen de la hepatitis C “la única enfermedad viral crónica que se puede curar”, según el Instituto Nacional de Salud y de Investigación Médica de Francia.

En los países con acceso a estos tratamientos, este mal está en constante disminución, aunque globalmente su difusión padece de su coste elevado, si bien los precios cayeron en los últimos años gracias a la introducción de versiones genéricas.

A finales de 2017, únicamente 5 millones de personas de un total de 71 millones de enfermos crónicos habían sido tratados con antivirales de acción directa, según la OMS.

“Queda mucho por hacer antes de lograr la meta de tratar el 80%” de las personas infectadas “en 2030”, advierte la organización internacional.

Fuente: Agencias

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