El cáncer de mama es el más común entre las mujeres del mundo y representa el 16% de todos los canceres femeninos, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Ante tan grave enfermedad, la detección temprana es la herramienta principal para reducir los casos y evitar consecuencias graves. Pero este tipo de cáncer puede estar dentro de la mujer sin que ella o el doctor se den cuenta.
¿Cómo encontrarlo? La única forma es con una mamografía. Mediante esta los doctores pueden analizar micro calcificaciones y ver si son malignas o no. Este método de detección es parte de una especialidad médica dedicada a prevenir y diagnosticar todo tipo de enfermedades: la radiología.
“La radiología es un pilar en la medicina, es la manera que tiene el médico de detectar lo que no es visible o palpable en el cuerpo humano” explica el Dr. Jorge Guerrero, Jefe del Departamento de Radiodiagnóstico de Oncosalud.
Muchas personas suelen ir recién al médico una vez que presentan síntomas graves. Sin embargo, las enfermedades, sobre todo las crónicas, son previsibles. El cáncer sino se puede prevenir, se puede detectar a tiempo. La gran mayoría de cánceres que matan en nuestro país son previsibles, y son previsibles de una manera no muy costosa. Para el Dr. Guerrero, en el país no hay una “conciencia de prevención.
MUJERES MÁS PREOCUPADAS QUE LOS HOMBRES
Según el especialista, el mayor número de pacientes que van a los centros de salud para realizarse exámenes preventivos, sin tener todavía ningún síntoma visibles, son las mujeres. Ellas suelen realizarse pruebas como papanicolaou, mamografía, chequeo de piel, entre otras. Los hombres, por otro lado, suelen descuidar ese aspecto de su salud, y acuden una vez que presenten dolores graves.
“Ellas (las mujeres) tienen una visión preventiva mucho más desarrollada que el varón. El hombre gasta más dinero en que su carro este bien, pero no gasta en hacerse un PCA, para detectar cáncer de próstata”, agrega.
“PUROS EXÁMENES”
El avance de la tecnología ha facilitado a los doctores la recolección de información, lo que antes se obtenía mediante el examen físico, la observación y el diálogo con el paciente. Por tal motivo, muchos especialistas caen el error de solicitar varios exámenes médicos para tener el diagnóstico del paciente, saltando el trabajo de compenetración, que podría precisar el mal que lo aqueja.
“Los métodos de ayuda (radiología) son solo un apoyo, no debemos emplearlo como ‘esto nos sirve para saber que tiene el paciente’. Creo que la medicina está cambiando desventajosamente en ese sentido, ya que los doctores quieren saberlo todo a través de imágenes, tomografía, ecografía”, agrega la Dra. Raquel Mendoza.
LA AMPLITUD DE LA RADIOGRAFÍA
Todas las enfermedades pueden tener una traducción en los métodos de la radiología. Una apendicitis puede ser detectada con una radiografía, tomografía o ecografía. En el caso de la tifoidea, la radiología sirve para ver si puede producir un absceso en el hígado. Incluso parásitos en el cuerpo pueden ser vistos cuando alcanzan determinado tamaño o cuando se meten dentro del hígado o la vesícula.
Otra de las principales áreas de acción de esta especialidad radica en las enfermedades cardiovasculares, estas son las principales causas de muertes junto al cáncer. Exámenes como la resonancia magnética permiten detectar estrecheces de las arterias que van al corazón y que con el tiempo podrían producir un infarto.
“Una angiografia Coronaria, es un estudio de la tomografía o resonancia, para ver el calibre de las arterias que le llevan sangre al corazón. Las arterias son como tuberías que llevan agua a diferentes partes del edificio. Si tú tienes una tubería oxidada, esa zona le va a llegar menos agua que al resto de las tuberías”, señala el Dr. Guerrero.
Especialistas recomiendan realizarse chequeos periódicos a partir de los 50 años. Antes de llegar a esa edad es recomendable realizarse exámenes escalonados cada 2 o 3 años. De esta forma se va creando una mejor conciencia preventiva.