La actual crisis por el coronavirus ha dejado un mensaje muy claro: no es posible predecir el impacto de una cepa pandémica. Por eso es vital vigilar el comportamiento y la propagación de distintos patógenos. Ese es el objetivo de un nuevo proyecto de investigación en el que se embarcará el Laboratorio de Genómica de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) junto a la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de California en Davis. Y para esta labor, la PUCP ha obtenido un fondo de aproximadamente 1,2 millones de dólares.
Este proyecto está financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. (NIH). Consiste en armar centros de excelencia que se enfoquen en la investigación de patógenos que causan enfermedades en humanos. La PUCP estudiará virus zoonóticos (que pueden transmitirse de animal a humano) y de arbovirus, propagados por artrópodos y causantes de enfermedades como el dengue o el zika.
“Hay una necesidad a nivel global de hacer vigilancia epidemiológica para este tipo de virus. Sabemos que los murciélagos son grandes reservorios de muchos virus, inclusive de los coronavirus, pero también hay otras especies, como los primates y los roedores”, explica a El Comercio la Dra. Mariana Leguía, directora del Laboratorio de Genómica de la PUCP y una de las investigadoras principales de este estudio.
COVID-19 | ¿Cómo distribuir equitativamente las futuras vacunas en el mundo?
COVID-19 | Los peligros de aprobar una vacuna antes de que terminen los ensayos clínicos
“La idea de armar estos centros de excelencia alrededor del mundo es, en parte, incentivar la investigación en estos temas, pues de la noche a la mañana puede surgir una cepa nueva con potencial pandémico, como lo estamos viendo ahora, o en una epidemia localizada”, agrega.
El trabajo de campo que se llevará a cabo se enfocará en las zonas donde circulan enfermedades como el dengue, el zika y la chikunguña, es decir, primordialmente en las áreas tropicales y de selva.
Leguía sostiene que se planea comparar los virus que circulan en el Perú con los presentes en Uganda, país que participa también en esta iniciativa.
“Las poblaciones de animales silvestres pueden ser reservorios de virus que eventualmente afecten a los humanos, incluyendo virus nuevos. Nos interesa saber qué cosa es lo que hay en esos reservorios. [...] Nuestro enfoque de investigación es el de ‘one health’ (una sola salud), ya que la salud de la persona está ligada a la salud del animal, la cual está ligada a la salud del ambiente. Todo está conectado”, recalca Leguía.
El NIH ha financiado a 10 centros de excelencia alrededor del mundo. El proyecto peruano está liderado por la Universidad de California en Davis. Más información en: http://creid-network.org/.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Potencial vacuna rusa contra el COVID-19 genera anticuerpos y no ha provocado incidentes adversos
- COVID-19 | El estudio que concluye que los esteroides reducen la mortalidad en casos críticos
- ¿Está la ciencia lista para la modificación genética de embriones humanos?
- Asintomáticos por COVID-19: contagio, enfermedad y riesgos (lo que sabe la ciencia sobre estos casos)
- Mascarillas “egoístas”: ¿qué son y por qué no se recomienda su uso para evitar el contagio el COVID-19?