Ginebra. (EFE). El gran acelerador de hadrones (LHC) del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), que permitió demostrar empíricamente la existencia del bosón de Higgs, ha comenzado los preparativos para poder volver a funcionar a principios de 2015.
El LHC ha comenzado hace pocos días la fase de enfriado tras haber estado más de un año y medio parado, en el que se le han hecho múltiples retoques técnicos y trabajos de mantenimiento.
"Hemos hecho mucho trabajo durante este año y medio, de hecho, tenemos una nueva máquina, lista para ponernos en el camino de los nuevos descubrimientos", afirmó Rolf Heuer, director general del CERN, citado en un comunicado.
La "puesta a punto" ha servido para que cuando vuelva a funcionar se puedan realizar colisiones de hadrones a 13 TeV, es decir, dos veces la energía aplicada durante la primera fase del experimento.
Si se consigue el objetivo de realizar las colisiones a una energía jamás aplicada en un acelerador de partículas, el LHC debería abrir la puerta a descubrimientos nuevos e inesperados, incluidos algunos enigmas científicos de enorme envergadura como el de la materia oscura.
HITO DE LA FÍSICA
El bosón de Higgs fue mencionado por primera vez por el físico Peter Higgs en 1964, y posteriormente teorizado también por los físicos Robert Brout y François Englert.
Hasta el descubrimiento de la supuesta partícula de Higgs, la ciencia tenía un modelo teórico, el Modelo Estándar, que describía una serie de fenómenos que se han ido demostrando experimentalmente poco a poco desde que fue propuesto.
El último elemento que faltaba, fundamental para explicar por qué las otras partículas tienen masa, fue propuesto en 1964 por Higgs, Englert y otros, y aunque la teoría consigue predecir casi todas sus propiedades, no logró predecir la masa.
Desde entonces se estaba buscando esa partícula, y para ello el CERN construyó el acelerador más energético del mundo, el LHC, y dos detectores gigantescos, el ATLAS y el CMS. El esfuerzo juntó a físicos e ingenieros de todo el mundo, miles de personas que trabajaron durante veinte años para preparar el experimento.
Durante los tres primeros años de funcionamiento, el LHC pudo ofrecer suficiente información para demostrar de forma empírica la existencia del bosón, algo que fue anunciado el 4 de julio del 2012.
El descubrimiento le valió a Higgs y a Englert el premio Nobel de Física y el Premio Príncipe de Asturias de Investigación, este último galardón compartido también con el CERN.