Órbitas de los objetos G. (Imagen: ANNA CIURLO, TUAN DO/UCLA GALACTIC CENTER GROUP)
Órbitas de los objetos G. (Imagen: ANNA CIURLO, TUAN DO/UCLA GALACTIC CENTER GROUP)
Redacción EC

Un equipo de investigadores de la Universidad de California (UCLA) ha detectado una nueva clase de objetos en el centro de nuestra galaxia, orbitando el agujero negro supermasivo Sagitario A*, según un estudio publicado en al

De acuerdo con los autores, estos objetos suelen estar compactos y solo se estiran cuando sus órbitas -de entre 100 y 1.000 años- se acercan al agujero negro del centro de la Vía Láctea.

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“Estos objetos parecen gas y se comportan como estrellas”, detalla Andrea Ghez, coautora del trabajo y directora del Grupo de Centros Galácticos de la UCLA.

El equipo de Ghez considera que se trata de objetos G, cuerpos extraños que antes han sido identificados en el centro de la galaxia. Ya en 2005 identificaron al primero y lo llamaron G1; en 2012, un equipo alemán halló un segundo, G2.

Los investigadores creen que G1 Y G2 son dos estrellas que orbitaban el agujero negro y finalmente se fusionaron en una estrella muy grande.

“Una de las cosas que ha entusiasmado a todo el mundo acerca de los objetos G es que las cosas que son arrancadas de ellos por las fuerzas de marea al ser barridas por el agujero negro central deben inevitablemente caer en el agujero negro”, detalla Mark Morris, coautor del estudio.

De acuerdo a los datos obtenidos por los astrofísicos, G1 Y G2 tienen órbitas muy parecidas, mientras que los nuevos objetivos (G3, G4, G5 Y G6) poseen órbitas muy distintas.

Los autores afirman que estos objetos serían comunes en la Vía Láctea, pero por sus órbitas tan distintas deben haber nacido en regiones diferentes.

“Aún no se ha alcanzado un amplio consenso sobre su naturaleza: los objetos G muestran las características de las nubes de gas y polvo, pero muestran las propiedades dinámicas de los objetos de masa estelar”, detalla el estudio.

Según Ghez, estos objetos espaciales eran estrellas binarias, un sistema de dos estrellas que orbitan entre sí. Luego, en el espacio de 1 millón de años, se fusionaron debido a la fuerza gravitacional que ejerce el del agujero negro supermasivo.

Las fusiones de estrellas pueden estar ocurriendo en el universo con más frecuencia de lo que pensábamos, y probablemente son bastante comunes”, concluye Ghez.

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