La inflamación o los cambios óseos pueden causar dolor en el hombro, la articulación con mayor movilidad del cuerpo. (Foto: Pixabay)
La inflamación o los cambios óseos pueden causar dolor en el hombro, la articulación con mayor movilidad del cuerpo. (Foto: Pixabay)
Redacción EC

Gracias al hombro, una persona está en capacidad de señalar con la mano cualquier punto que logre alcanzar con la mirada. Pero, curiosamente, esa misma capacidad de amplitud puede ser la causa de intensos dolores.

El ortopedista Javier Pérez explica que la inflamación o los cambios óseos pueden causar dolor en el hombro, la articulación con mayor movilidad del cuerpo.

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Se trata de una compleja articulación que está constituida por cuatro más: la del omoplato y el hueso del brazo, la de la clavícula y el omoplato, la del esternón y la clavícula y la del omoplato y las costillas.

Sin embargo, la mayoría de los dolores del hombro se originan en las estructuras adyacentes y de soporte de la articulación. 

La inflamación por sobreuso de la cápsula de tejido que envuelve la articulación, llamada capsulitis, es uno de los principales desencadenantes del llamado hombro doloroso. Esta dolencia se presenta con más frecuencia entre los 45 y los 65 años, generando un dolor que empieza lentamente y aumenta hasta limitar el movimiento del hombro.

Este se incrementa en las noches y empeora con el movimiento, pero con el tiempo se va calmando al punto de que la molestia no se siente con la quietud, solo al mover la zona; esto hace que los afectados pierdan gradualmente su movilidad.

Otras causas

Paradójicamente, entre las causas de dolor de hombro se cuentan también la inmovilidad prolongada de la articulación por cualquier causa (problemas neurológicos o sedentarismo, por ejemplo), diabetes y problemas de tiroides.

De igual forma, la inestabilidad. En gente joven, por lo general menores de 20 años, puede ocurrir también que la articulación se salga repetidamente de su sitio, como consecuencia de traumas o de periodos prolongados de desuso generados por el uso de yesos, enfermedades o problemas genéticos. Se trata de una condición muy dolorosa, señala el ortopedista Javier Pérez.

Dicha inestabilidad también puede ser producida por un trauma que causa que la articulación se salga de su sitio. Estos incidentes, muy dolorosos también, son más frecuentes en personas entre los 15 y los 35 años.

Manguito rotador y otras causas

Esta es una de las causas más comunes de dolor. El manguito rotador puede describirse como una manga formada por cuatro músculos, que estabiliza la articulación y le permite rotar sin que se salga de su lugar. Movimientos bruscos, edad y otros factores hacen que esta manga se desgarre o se rompa, parcial o totalmente, apunta Pérez.

El dolor que esto causa es severo, sobre todo cuando la persona eleva el brazo por encima de la cabeza o cuando permanece quieta. “En los jóvenes estos desgarros pueden ocurrir por un trauma; en gente mayor, por movimientos bruscos. La molestia no se manifiesta, en todos los casos, en forma severa al comienzo. De hecho, es común que el dolor se manifieste al principio como una debilidad al echar el brazo hacia delante y cuando se rota hacia fuera”, explica el especialista.

Otra fuente de dolor es la tendinitis, que ocurre por la inflamación de uno de los tendones del hombro. El dolor llega a ser tan fuerte que limita el movimiento, sobre todo cuando se estira el tendón afectado (por ejemplo, cuando se echa el brazo hacia fuera). Cuando este se calcifica incluso puede romperse.

Y, finalmente, está la artritis, una enfermedad que en sus distintas manifestaciones también provoca dolores severos en esta articulación.

Se cree que la molestia en esta parte del cuerpo puede ser un reflejo de dolores que la gente sufre en otras áreas debido a infartos, pancreatitis, problemas de diafragma, atrapamiento de nervios e incluso tumores en el pulmón, dice Pérez.

Diagnóstico, tratamiento y hasta cirugía

De acuerdo con el ortopedista Javier Pérez, para llegar a un diagnóstico adecuado es necesario que el médico someta a la persona a un control físico exhaustivo, que se complemente con la práctica de exámenes. Adicionalmente, los especialistas cuentan con guías sobre el tema que, entre otras cosas, indican que si la persona tiene mucho dolor y limitación, el problema puede ser de los músculos o los tendones. Pero si hay mucha limitación y el dolor no es severo, puede tratarse de la cápsula articular.

En cambio, si hay mucho dolor, pero la limitación no es severa, puede tratarse de problemas dentro de la articulación.

La ecografía articular, la resonancia magnética y la endoscopia de hombro son los exámenes que aportan la información más confiable para el diagnóstico.

Tratamiento

El hombro doloroso requiere reposo, lo que puede incluir el uso de un cabestrillo durante la fase aguda y el inmediato inicio de un programa de rehabilitación. Los médicos suelen prescribir antiinflamatorios y, dependiendo de las características de cada caso, de infiltraciones hechas por especialistas. La cirugía, mediante artroscopia, también puede ser necesaria.

Preocúpese si…

Señales frente a las cuales es mejor consultar de inmediato:

El dolor no está relacionado ni con el movimiento ni con alguna posición que haya adoptado.

No puede localizar el sitio exacto en el que se produce el dolor.

Si el dolor viene desde el cuello y se incrementa con el movimiento del cuello. O si hay otros síntomas, como decaimiento, fiebre y malestar. Y enrojecimiento, inflamación, calor en la zona.

Para llegar a un buen diagnóstico es clave que el médico someta al paciente a un control físico, que debe complementarse con la práctica de exámenes.

Fuente: El Tiempo / GDA.

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