Un equipo internacional de científicos redujo a cuatro el número de hipótesis más plausibles para despejar un misterio que tiene desconcertados a los científicos: la "isla mágica" de Titán, una mancha que aparece y desaparece de esta luna del planeta Saturno.
El estudio, publicado en la revista Nature Geoscience habla de olas, burbujas, sólidos flotantes y sólidos suspendidos como posibles explicaciones para el fenómeno.
La "isla" fue retratada por la sonda espacial Cassini en uno de sus vuelos sobre esta luna, pero se desvaneció cuando la sonda regresó sobre sus pasos. La mancha brillante fue vista en el Ligeia Mare, uno de los mares de metano y etano que se encuentran en el polo norte de Titán.
LA ISLA DE UN SOLO DÍA
La luna más grande de Saturno comparte algunas características con la Tierra, como una atmósfera sustancial y ciclos estacionales. El viento y la lluvia dan forma a su superficie, creando canales fluviales, mares, dunas y costas.
Las montañas y las dunas de Titán están hechas de hielo, no de rocas o arena, e hidrocarbonos líquidos asumen muchos de los roles jugados por el agua en nuestro planeta.
Los lagos y los mares de la región polar en el norte de Titán están llenos de metano y etano. Estos son gases en la Tierra, pero en las temperaturas de menos 180 grados centígrados propias de Titán, existen en forma líquida. La mancha fue vista en fotos tomadas por Cassini el 10 de julio de 2013, pero la "isla" está ausente en imágenes tomadas del Ligeia Mare en tres vuelos previos.
Cuando Cassini regresó a Titán el 26 de julio, la mancha había desaparecido y en dos vuelos posteriores tampoco ha sido vista. "'Isla mágica' es el término coloquial que le damos en el equipo para referirnos a ella, pero en realidad no pensamos que se trate de una isla", le dijo a la BBC Jason Hofgartner, coautor del estudio.
El manchón apareció y desapareció muy rápido como para ser un islote volcánico, por lo que el equipo tuvo que buscar otras potenciales explicaciones para este misterio.
CUESTIÓN DE OLAS
Hofgartner, de Universidad Cornell de Nueva York, explica que los científicos manejan "cuatro diferentes hipótesis sin priorizar ninguna en particular: olas, burbujas en ascendentes, sólidos flotando o sólidos suspendidos".
Titán se mueve al ritmo de un ciclo de 30 años y se estima que la región norte se volverá un lugar más dinámico a medida que la luna se acerque a su solsticio de verano en mayo de 2017.
A medida que Titán se acerca a su verano, más de la energía solar es depositada en su hemisferio norte. Por eso, los vientos se volverán más fuertes, causando un incremento en el oleaje, lo que podría ser una explicación potencial para la "isla mágica". Los investigadores ya han visto posibles evidencias de olas en otro mar de Titán.
¿ICEBERG A LA VISTA?
Otra respuesta inquietante es la posibilidad de solidos flotantes o suspendidos, incluyendo icebergs. Sin embargo, los témpanos no pueden ser de hielo, porque si así fuera, su relativa alta densidad haría que se hunda en el mar de hidrocarbonos líquidos.
En cambio, los icebergs en Titán tendrían que ser una mezcla congelada de metano y etano. Un estudio anterior de Hofgartner con el profesor Jonathan Lunine, también de Cornell, sugiere que las condiciones en Titán pueden causar que hielo de metano y etano se hunda en invierno y flote en verano.
Pero se piensa que la superficie de la luna está cubierta de varios compuestos orgánicos basados en carbono, incluyendo poliacetileno, que tiene una densidad lo suficientemente baja como para permitirle flotar. Puede estar suspendido debajo de la superficie del mar como los sedimentos de limo en los deltas de los ríos en nuestro planeta.
La última posibilidad son burbujas de gas subiendo a la superficie desde la boca de un volcán submarino. El abundante metano en la atmósfera de Titán tiene que ser contínuamente repuesto, porque la molécula solo puede existir por un breve período de tiempo antes de ser destruida por los rayos UV.
Aunque los investigadores no han encontrado aún una prueba irrefutable de actividad volcánica en Titán, los volcanes siguen siendo uno de los mejores candidatos en la búsqueda de fuentes de metano de esta luna.
VOLVER, PERO ESTA VEZ AL MAR
John Zarnecki, profesor emérito de la Universidad Abierta en Milton Keynes, Inglaterra, realizó un estudio para predecir el tamaño de las olas de Titán, pero dice que hay escasa evidencia en observaciones recientes que prueben que los vientos lunares pueden generar un oleaje suficientemente importante como para ser detectado.
Hablando con la BBC desde Río de Janeiro, donde viajó a alentar a la selección inglesa de fútbol en la Copa del Mundo, Zarnecki hace un paralelismo con las olas que ve en la Playa de Copacabana: "Me encantaría pensar que este último estudio representa la primera indicación positiva de que un fenómeno similar tiene lugar en Titán".
"Estas claramente son observaciones que están justo en el límite de lo detectable y por eso son difíciles de interpretar. Pero parece que algo está ocurriendo en Ligeia Mare. Titán siempre nos sorprende".
Para Zarneci, esta imagen puede mostrarnos sólidos flotando o gases subiendo a la superficie, o incluso un fenómeno en el cual todavía no hemos pensado: "Solemos pensar en términos de fenómenos que vemos en la Tierra, pero basados en esta escasa evidencia, cualquier sugerencia apenas será un poco más que una especulación hasta que encontremos mayor información", dice.
Los autores del último estudio esperan que futuras observaciones de Cassini puedan arrojar algo más de luz en fenómenos similiares para tener una posibilidad de distinguir entre las diferentes causas.
Por ejemplo, si un objeto similiar es visto en diferentes ubicaciones cada vez que Cassini pasa por Titán, esto podría sugerir un iceberg movido por las corrientes. Para Zarnecki, lo que está claro es que es necesario regresar a Titán (una nave tocó la superficie de esa luna en enero de 2005).
"Lo ideal sería que su alunizaje sea en uno de los mares de Titán, para poder entender que ocurre en los mares de este increíble lugar", opina.