El multimillonario Elon Musk presentó este jueves una nueva nave espacial diseñada por su compañía SpaceX para transportar a los astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional (EEI).
La presentación de la nave Dragon V2 tuvo lugar en medio de una gran expectación en la sede de SpaceX en la localidad californiana de Hawthorne, en el condado de Los Ángeles.
La Dragon V2 podría transportar a hasta siete astronautas a la EEI y sería capaz de aterrizar en cualquier lugar de la Tierra. Además, podría acoplarse de forma automática a la estación.
La nave de SpaceX compite con los proyectos de varias compañías privadas -entre las que está el gigante de la aeronáutica Boeing- que quieren hacerse con el contrato para construir las naves con las que la NASA quiere reemplazar a los ya jubilados transbordadores.
Las naves espaciales no tripuladas de SpaceX de la serie Dragon I ya han realizado cuatro misiones de aprovisionamiento de suministros a la EEI.
La NASA quiere que las naves que elija este mes de agosto puedan empezar a viajar al espacio en el año 2017.
De momento y a la espera de que tome una decisión, la agencia espacial estadounidense seguirá dependiendo de las cápsulas rusas Soyuz para transportar a sus astronautas a un precio de US$71 millones por cabeza.
Según destaca desde Los Ángeles el periodista de BBC Mundo Jaime González, los expertos creen que dado el mal momento por el que atraviesan las relaciones entre EE.UU. y Rusia por Ucrania, a Washington le interesa contar con las nuevas naves cuanto antes.
Pese a ello, la falta de presupuesto podría retrasar la llegada al espacio del remplazo de los transboradadores estadounidenses, que por primera vez habrán sido construidos por compañías privadas.