“Se podría decir que tenía una vida plena, una familia, un trabajo, gente que me quería, pero de pronto, empecé a perder emoción por la vida”, cuenta Rocío. Había días -recuerda- que no quería levantarse de la cama, la embargaba un sentimiento de tristeza inexplicable. “Tardé cinco meses en buscar ayuda, tenía miedo de ir a un psicólogo. No entendí por qué no lo hice antes, fue lo primero que debí hacer”. Durante esos cinco meses, Rocío llegó a autolesionarse e incluso a pensar en el suicidio.
ESPECIAL: ¿Cómo ayudar a prevenir el suicidio?
El doctor Yuri Cutipé, director de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), señala, según estimaciones de su despacho, que al menos 6.5 millones de personas sufre de algún trastorno mental en el Perú, por lo que buscar ayuda profesional debería ser algo natural.
“Cuando alguien tiene un problema al corazón va al cardiólogo, lo mismo debería pasar cuando presentamos síntomas de depresión o ansiedad, deberíamos atendernos con un especialista”, dice en declaraciones a El Comercio.
El Minsa estima que de esos 6.5 millones de personas con trastornos mentales, el 80% (poco más de 5.2 millones) no recibe ninguna atención. La principal razón es el temor al señalamiento social, a ser vistos con lástima, compasión, temor o menosprecio. “El estigma es muy fuerte en la sociedad, muchas veces más grande que la propia enfermedad”, añade el doctor Cutipé.
Solo entre enero y agosto de este año, 457 personas se han quitado la vida en Perú, según datos de Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef). La cifra indica que casi dos personas se suicidaron cada día. A ello se suman las estimaciones del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, que advierte que dos de cada tres suicidios vienen antecedidos de un cuadro depresivo. Por ello, promover las atenciones oportunas en salud mental pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
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Los problemas de salud mental suelen ser episódicos y no están asociados a una condición perpetua. La atención oportuna permite que la afectación sea diagnosticada y no escale en gravedad. “Ello permite que las personas continúen su vida normal. Si deben recibir medicación, lo hacen y mantienen controlada su situación, sin que esto signifique dependencia”, indica Cutipé.
La Dirección de Salud Mental tiene como prioridad la atención de cuatro grupos en riesgo ante posibles ideas suicidas: jóvenes y adolescentes, personas con dificultades económicas (generalmente de hombre edad media), colectivos discriminados y personas con enfermedades mentales diagnosticadas.
Salud Mental afectada en Pandemia
La pandemia por el Covid-19 agravó los problemas de salud mental en la sociedad. La pérdida de familiares y amigos, la pérdida de empleo y los encierros a consecuencia de la cuarentena, fueron un catalizador para muchas personas. Un estudio del Minsa, arrojó que 7 de cada 10 personas señalaron haberse sentido angustiados a consecuencia de la crisis sanitaria.
“La situación de la pandemia provocó que muchos servicios de salud en general se vieran suspendidos o limitados. En regiones, sobre todo, las atenciones a pacientes con trastornos mentales se vieron afectadas”, señala Malena Pineda, jefa de Programa de Defensa y Promoción de las personas con discapacidad de la Defensoría de Pueblo.
La salud mental tampoco es ajena al centralismo, señala la Defensoría del Pueblo. En uno de sus últimos informes se advertía que el 72% de los psiquiatras que trabajaba en el Minsa desarrollaban sus actividades en Lima. “La oferta de atención es limitada en regiones y si a eso le sumas que no hay áreas de salud mental en todas las ciudades, resulta preocupante”, resalta Pineda.
Atención primaria en salud mental
Si bien la cobertura aún es insuficiente, desde el 2015 hasta la fecha se ha logrado acortar la brecha de atenciones en salud mental, gracias a la creación de los Centros de Salud Mental Comunitarios (CSMC). Hoy son 205 establecimientos de este tipo a nivel nacional, 36 de los cuales están en Lima.
El doctor Cutipé señala que este es un modelo descentralizado que trata de acercar este servicio básico a la comunidad. Brinda atención especializada para niños, niñas y adolescentes, así como para adultos y adultos mayores con trastornos mentales y problemas psicosociales de mediana y alta complejidad. Incluso brinda atención a domicilio a quienes lo requieran.
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Cada (CSMC) cuenta con psiquiatras, médicos de familia, psicólogos, terapeutas ocupacionales y de lenguaje, químicos farmacéuticos, asistenta social y enfermería. En el 2020, estos centros atendieron 243,540 casos de trastornos mentales y del comportamiento y lesiones autoinflingidas. Además, solo entre enero y junio de este año se han atendido 185,805 casos.
“Antes el único mecanismo de afronte ante un problema de salud mental era la negación y convivir con el sufrimiento”, señala el doctor Cutipé. Pedir ayuda siempre nos hará más valientes.
Busca ayuda si sientes:
-Sentimientos constantes de tristeza o desánimo
-Preocupaciones o miedos excesivos
-Altibajos y cambios radicales de humor
-Desconexión de la realidad o alucinaciones
-Incapacidad para afrontar los problemas o el estrés de la vida diaria
-Problemas con el uso de alcohol o drogas
-Exceso de enojo y violencia
-Pensamiento suicida
Número de ayuda: Marca la línea 113 opción 5
O acércate a un Centro de Salud Mental Comunitario Mira aquí la lista completa y los horarios de atención https://www.minsa.gob.pe/salud-mental/
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