Su madera es pesada, resistente y muy requerida, tanto en el país como en el extranjero. El shihuahuaco es un árbol propio de la Amazonía, que alcanza los 40 metros de altura y un metro y medio de diámetro. Pero, debido a la sobrexplotación, ha ido desapareciendo de Loreto y Ucayali. Ahora más del 90% del shihuahuaco que se extrae es de Madre de Dios.
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Sin embargo, continuar con su explotación es insostenible, pues para alcanzar las dimensiones de corte necesita cientos de años.
“Sostenibilidad es hablar de tiempo: que eso que estás extrayendo va a existir en el futuro, que no vas a poner en riesgo a la especie. Eso no sucede con el shihuahuaco. Demora, como mínimo 300 años para alcanzar el diámetro mínimo de corte en su medio natural. Lo que están cortando no se va a reponer y eso está científicamente comprobado. No es sostenible seguir cortando shihuahuaco. Dejemos de hacerlo ilegal y legalmente”, dice a El Comercio Tatiana Espinosa, directora ejecutiva y cofundadora de Arbio Perú, ONG dedicada a la protección de más de 900 hectáreas de bosque en Madre de Dios desde el 2010.
Espinosa, quien es además ingeniera forestal, señala que en una situación similar se encontró la caoba, hasta que consiguió protección legal. Pese a ello, la población de la caoba aún no se ha recuperado.
De acuerdo con Espinosa, esta amenaza al shihuahuaco tiene bastantes consecuencias: “Además de ser un acumulador de carbono por excelencia, los árboles gigantes bombean agua del subsuelo, lo llevan al cielo en forma de humedad, creando ríos voladores, llevándola hacia los Andes, en donde generarán las lluvias que alimentan nevados y glaciares que dan lugar a los ríos, que atienden a la sierra y la costa. En otras palabras, que sigas teniendo agua cuando abres el caño depende de la existencia de estos grandes árboles de la Amazonía”.
Acuerdo clave
Esta semana, Arbio Perú firmó una alianza con el Grupo AJE, que tiene como objetivo contribuir con la investigación científica, preservación y protección del shihuahuaco.
“No se puede compensar la pérdida del bosque plantando nuevos árboles. Lo que estamos perdiendo es irremplazable. Felizmente, en esta pandemia ha calado el mensaje de que hay que detener la deforestación. Ahora, el Grupo AJE ha adoptado 100 shihuahuacos, cada uno con un código y un certificado personalizado. Pero no solo eso, también nos están apoyando con el tema de la investigación. Con eso continuaremos con el censo y estudio de shihuahuacos”, explica Espinosa.
Para la experta, se hace indispensable que las autoridades categoricen al shihuahuaco como especie amenazada.
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EL DATO
- En proceso de evaluación. Fuentes del Servicio Nacional Forestal (Serfor) indicaron a este Diario que se encuentran en la etapa de evaluación y discusión de un estudio hecho sobre las dos especies de shihuahauco identificadas en el Perú, “para asignarles una adecuada categoría, según el riesgo de extinción”.
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