:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/5Q7F5GVYE5CODKZCGKEJZQYORE.jpg)
Belo Horizonte. (DPA). El cuerpo médico de la selección argentina apura la rehabilitación del futbolista Ángel Di María con tratamientos de plasma rico en plaquetas y cámara hiperbárica, además de todos los recursos tradicionales, de cara a una eventual final del Mundial de Brasil.
Sergio Agüero consiguió recuperarse de una lesión similar en nueve días mediante esos tratamientos y los médicos esperan tener aún más éxito con Di María, quien sufrió una lesión durante el partido con Bélgica.
ACELERAR LA CICATRIZACIÓN
La selección argentina armó un gabinete especial de fisioterapia y kinesiología en el complejo deportivo Cidade do Galo del Atlético Mineiro, en el que instaló además un moderno equipo de resonancia magnética para realizar los estudios en el lugar sin necesidad de salir de la concentración.
Desde el regreso del plantel de Brasilia, se inició el tratamiento a Di María con plasma rico en plaquetas, que permite favorecer y estimular el proceso de cicatrización y regeneración del tejido dañado.
MEDICINA ANTIEDAD
La terapia consiste en extraer sangre del paciente y centrifugarla para separar el plasma y el concentrado de plaquetas, separando los glóbulos rojos. De esta forma, se obtiene una muestra en la que la concentración de plaquetas es superior a la fisiológica. Al aplicarse en la zona dañada, se liberan los factores de crecimiento y sustancias activas de las plaquetas que impulsan la curación.
Esos métodos se utilizan en medicina "antiage" (antienvejecimiento), pero en los últimos tiempos se ha comenzado a aplicar a la medicina deportiva con muy buenos resultados.
La selección argentina trajo además a Brasil una cámara hiperbárica, que es un recipiente hermético capaz de soportar presiones mayores a la atmosférica para administrar oxigenación hiperbárica.
OXIGENACIÓN DE SANGRE
Esta terapia, surgida tras el estudio de los beneficios de la respiración de oxígeno durante las inmersiones de buceo, permite que el paciente respire oxígeno al 100 por ciento. Así ingresan grandes cantidades de oxígeno en la sangre arterial y venosa que generan efectos antiinfecciosos, desedematizantes, de formación de vasos nuevos y de estimulación de la formación de colágeno, lo que permite un aumento de la velocidad de cicatrización.
