RENZO GINER VÁSQUEZ (@Sebginer)
"Nací hace 30 años en Lima, pero me considero trujillano, pues viví allí desde el segundo día hasta los 11 años. Estudié la primaria en el colegio Claretiano de Trujillo, la secundaria en el Champagnat y mis estudios superiores en la Universidad Cayetano Heredia. Es allí donde seguí mi maestría en Epidemiología Clínica. Trabajo en el Instituto Nacional de Salud. Me gusta el fútbol, los videojuegos e ir al cine. Soy honesto en cada oportunidad posible, pero también soy muy apurado, lo que a veces hace que deje cosas de lado o me salte algunos procedimientos."
Inmerso entre los cientos de publicaciones que se amontonan en la sala del Instituto Nacional de Salud (INS), Paulo se toma unos minutos para contarnos sobre su estudio, el cual determinó los trastornos mentales que la gran parte de transportistas de Lima Metropolitana padecen.
— ¿Cómo inicia el estudio?
Por un pedido del Ministerio de Transporte. A inicios del 2009, en la universidad formamos un grupo de investigación encabezado por los profesores Hever Krüger y Johann Vega. Ese año el MTC le encargó a la universidad un estudio sobre el perfil mental de los transportistas. Ello fue derivado a la Facultad de Medicina y, específicamente, a nuestro grupo. Los profesores nos encargaron el diseño y ejecución del estudio a la doctora Mariana Ramos y a mí.
— ¿Qué esperaban encontrar?
Tenía la misma experiencia que cualquiera que iba de Miraflores a San Martín de Porres cuando no existía el Metropolitano. Tenía la percepción de que ellos definitivamente tenían un problema de sobrecarga de estrés y algún aumento de la frecuencia de presentación de depresión o ansiedad. No me imaginé que iba a ser tan amplio como resultó. Cuando subes a un vehículo esperas encontrar a personas de mala entraña, mala fe, pero no fue así. Cuando tratas con ellos notas que el problema es mucho más complejo.
— ¿Fue difícil estudiar a tantos?
Desde el comienzo, pero creo que se solucionó de la mejor manera. Primero, conseguimos una relación de todos ellos. Pero tuvimos un problema, el registro no estaba actualizado, había empresas que no existían o cuyas líneas no atendían. Parece que ni siquiera en las municipalidades o en el Gobierno Central había una relación actualizada, algo que según entiendo ha cambiado. Ojalá sea así.
— ¿Cómo lo lograron?
Utilizamos el método de la bola de nieve, que consiste en identificar informantes claves, contactarlos, solicitar autorización y luego contactar más. A veces uno nos contactaba con tres o cuatro empresas. Iniciamos el trabajo en San Juan de Miraflores y Carabayllo.
— ¿Qué son los trastornos mentales comunes?
Son aquellos que tienen alta carga de enfermedad. Ya no se usa la mortalidad para medir qué enfermedad es peor, desde los años 80 se mide la carga de enfermedad, lo cual toma en cuenta qué porcentaje de tu vida pierdes debido a la enfermedad. El último estudio en Lima ubica a las enfermedades neuropsiquiátricas como las que más contribuyen a las cargas de enfermedad.
— ¿Cuáles son los más comunes?
Suele ser la ansiedad, algo que abarca muchos subtipos de trastornos. La escala que utilizamos nos sirve únicamente para detectar la alta probabilidad de que tengan estos trastornos, es diferente tener una alta probabilidad a tener la enfermedad en sí. Por eso deben pasar una consulta médica, para evitar confundirlos con otras enfermedades.
— ¿Qué tan grave es el impacto en el caso de los transportistas?
La tasa de depresión es cuatro veces más alta en comparación con el público en general. Se espera que el 3,33% de hombres tenga depresión en Lima. Entre los transportistas llega a más de 13% y en cuanto a la ansiedad, la tasa es de alrededor del 24% o 25%, altísimo. El uso de alcohol es 300% más de lo normal, en medicina eso es gravísimo.
— ¿Cuánto influyen en sus vidas?
Hay estudios que confirman que un grado importante de uso de alcohol repercute en el ambiente familiar, la frecuencia de maltrato al cónyuge y a los hijos aumenta. Estudios muestran que la depresión tiene síntomas distintos en hombres y en mujeres. Ellas tienden a ponerse más tristes, nosotros presentamos síntomas como la irritabilidad. Definitivamente repercuten negativamente, lo interesante es ver cómo un modelo de trabajo aumenta esas probabilidades, como en la teoría conductivista.
— ¿Por qué esa relación?
Imagina un trabajo que te premia por hacer cosas que la sociedad considera negativas. Te premia por meter más pasajeros, meterle el carro a tu compañero o arrancar rápido y no dejar que una señora baje, pero te castiga por seguir las señales de tránsito. Ese es básicamente el mundo laboral al cual están expuestos.
— ¿Cuánto influye la falta de una autoridad firme?
Eso debería contestarlo la autoridad que coordina esto. Es verdad, tendrían que castigar lo malo. Pero mucho más funciona la otra parte. El castigo funciona a corto plazo, pero se va ‘desensibilizando’ con el tiempo. El transporte es un negocio y el mejor aliciente para un empresario es ganar más dinero.
— ¿Tiene alguna posible solución?
Deberían tener acceso a servicios de salud mental. Es complicado, en hospitales la lista de espera es de dos o tres meses. Se deberían implementar estas atenciones en centros de primer nivel como las postas y derivar solo los casos más graves, lamentablemente en el Perú no existe un sistema de salud integrado.
— ¿Qué mensaje les transmitiría?
Un trastorno no es algo que te haga malo, débil o incapaz. Así como los músculos se enferman, el cerebro también. No duden en acudir al médico si notan una señal de alarma.