Una investigación desarrollada en conjunto por la Universidad de Florida (EEUU) y la de Macquarie (Australia), afirma poder descubrir el lugar donde uno ha vivido con tan sólo con analizar los dientes.
¿Cómo puede ser esto posible?
Según la investigación, publicada en la revista Science of the Total Environment, cada parte del mundo genera una contaminación por plomo distinta. Esta huella única se marca en el esmalte dental de cada persona, ofreciendo así un alto porcentaje de precisar el lugar exacto de procedencia.
Para los investigadores, esta técnica permite identificar dientes humanos prehistóricos y modernos. Esta información podría ser útil a un nivel policial para poder resolver casos inconclusos, ya que provee datos sobre áreas geográficas específicas. Además, de servir para el desarrollo de investigaciones científicas.
George Kamenov, coautor del estudio, explica que el esmalte dental se desarrolla y se fija en la infancia. Por tal motivo, los isótopos de plomo se quedan registrados para toda la vida. “Cuando un niño crece, se graba la señal del medio ambiente local. Si ese niño se mudara a otro lugar, su isótopo será distinto al de la población local”, afirma el investigador.