El trasplante de un corazón de cerdo a un ser humano que fue anunciado en Estados Unidos esta semana representa un avance impresionante. Pero expertos en Francia y Reino Unido advierten que aún debe demostrar su validez a largo plazo.
“De por si ya es una proeza”, resumió el miércoles el anestesista francés François Kerbaul, responsable de trasplantes en la Agencia de biomedicina francesa.
La universidad estadounidense de Maryland anunció el lunes que un equipo de cirujanos había conseguido trasplantar a un paciente humano el corazón de un cerdo.
La operación fue llevada a cabo el viernes y permitió mostrar por primera vez que el corazón de un animal podía continuar funcionando en el interior de un humano sin rechazo inmediato.
Otros xenotrasplantes (de una especie a otra) habían sido intentados en el pasado, pero los pacientes murieron inmediatamente.
La variante en el caso de la universidad estadounidense es que el cerdo donante era un animal genéticamente modificado para eliminar las proteínas que podrían haber provocado el rechazo inmediato del paciente receptor.
“Es una primera etapa pero probablemente las próximas semanas o los próximos meses serán cruciales para darnos perspectivas”, indicó Kerbaul.
Es ese intervalo el que permitirá saber realmente hasta qué punto el órgano trasplantado es aceptado por el organismo del paciente, un hombre de 57 de años que por razones médicas no podía recibir un corazón humano.
El corazón del cerdo fue elegido porque presenta similitudes con el de los humanos.
¿Pero podrá funcionar en el organismo de un ser bípedo, cuya movilidad es muy superior al del cerdo de cuatro patas?
“Lo que contará será el medio y largo plazo”, resumió el cirujano cardiaco británico Francis Wells en declaraciones recogidas por Science Media Center.
“Por el momento no hay elementos al respecto y vigilaremos atentamente como evoluciona este paciente tan valiente”, añadió. “Quizás era un poco pronto para anunciar algo así al mundo”, opinó.
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