(Foto: Bloomberg)
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Redacción EC

Conseguir pasajes de avión baratos es como jugar póquer. Las mejores oportunidades pueden llegar de forma aleatoria sin poder anticiparlas. Y es que sus precios pueden variar de un momento para otro. Sin embargo, detrás de esos cambios súbitos se esconde avanzada tecnología.

Primero hay que entender que las constantes subidas y bajadas de los precios de vuelo se deben a un concepto llamado gestión de ingresos: ajustar las tarifas en tiempo real para que las aerolíneas puedan maximizar sus ganancias.

Segundo. Los causantes de estos cambios súbitos son programas de computadoras que poseen algoritmos especializados. Esta tecnología tiene almacenada décadas de datos sobre los hábitos de los pasajeros y sus costumbres de pago, lo que permite a las empresas predecir los rápidos y breves aumentos en la demanda.

"Las computadoras hacen el trabajo por sí solas, prediciendo qué tipo de pasajeros se presentarán. Utilizando una mixtura de algoritmos determinan el precio del asiento", explicó a la cadena CNN Andy Boyd, especialista en sistemas de gestión de ingresos y miembro adjunto de la Universidad de Houston (EE.UU.).

Entonces, con toda esa información, se cambian constantemente las tarifas para optimizar las ganancias de las empresas. Por ejemplo, "si la aerolínea supone que los pasajeros que viajan a lugares de ocio tenderán a reservar relativamente temprano -meses antes de sus vacaciones-, podría estar tentada a comenzar a fijar precios relativamente altos en los asientos, y luego los ajustaría de acuerdo a la respuesta del mercado", le dijo a CNN Stuart Barwood, fundador de Travercial, una empresa de consultoría de aerolíneas.

Pero no todo está perdido para los viajeros. Compañías como Skyscanner y Kayak cuentan con servicios de alertas que permiten monitorear los cambios de las tarifas.

Otras empresas han desarrollado tecnología para predecir esos cambios de tarifas, que ayuda a los usuarios a reservar vuelos en el momento adecuado.

Para lograr estos resultados, estos sistemas se basan en algoritmos y en datos históricos sobre las variaciones de las tarifas aéreas. Un ejemplo es la compañía FLYR.

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