La inteligencia artificial se encuentra cada vez más presente en nuestra vida cotidiana. También su influencia en diversos sectores, incluido el educativo. Y a puertas de iniciar el año escolar 2024 surge la interrogante: ¿qué papel está teniendo la IA en la educación? ¿qué beneficios y desafíos plantea?
Para responder estas interrogantes, El Comercio conversó con el experto en IA, Lasse Rouhiainen, docente de la Universidad de Ciencias Aplicadas Haaga-Helia de Finlandia, quien participó en el XXIII Congreso Internacional de Educadores de la UPC. Durante el evento, compartió su visión sobre la inteligencia artificial y la tecnología en la educación peruana.
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¿Cuáles son las potencialidades de la IA en la educación?
El docente experto en IA señala que los profesores pueden aprovechar herramientas como ChatGPT para mejorar la planificación de sus clases. Por ejemplo, podrían plantearse: “Soy profesor de marketing para estudiantes con conocimientos iniciales o sin ningún conocimiento previo en la materia. ¿Cómo debería estructurar el contenido de mi curso? Además, ¿cómo puedo motivar a los alumnos que están cada vez más inmersos en redes sociales y muestran menos atención que antes?”
Al mismo tiempo, señala que esta herramienta beneficia significativamente a los estudiantes. Les permite expresar dudas o confusiones, solicitando explicaciones más claras sobre conceptos específicos.
Asimismo, la IA generativa facilita el proceso de investigación. “Hasta ahora, los profesores han utilizado Google y algunas bases de datos para llevar a cabo investigaciones. Sin embargo, ahora ChatGPT también ayuda en este aspecto”, afirma Rouhiainen.
En este sentido, estos usos de la IA en profesores y alumnos reflejan un avance en la evolución educativa.
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Educación y tecnología: diferencias entre Perú y Finlandia
Ahora bien, es inevitable no considerar las diferencias entre la educación peruana y extranjera cuando hablamos de la integración de tecnologías en el ámbito educativo. El profesor Lasse, señala que si bien no existe evidencia científica sobre ello, “podemos decir generalmente que Finlandia lleva muchos años de digitalización”. Además, revela que en la educación finlandesa existe una transición hacia una educación más centrada en los alumnos y una promoción mayor de cursos online.
“Hace aproximadamente 50 años, el enfoque principal estaba en el profesor, con los alumnos principalmente escuchando y siguiendo”. Sin embargo, el especialista señala que se trata de dar un papel más activo al estudiante.
Otras de las diferencias que identifica es que los profesores en Finlandia reciben más formación en temas de transformación digital y digitalización. “Ellos constantemente están aprendiendo cómo impartir, por ejemplo, cursos en línea”.
Así como observamos los esfuerzos en Finlandia por emplear la tecnología en la educación, surge la pregunta de qué necesita Perú para seguir el mismo camino, como por ejemplo, para incorporar el uso de la inteligencia artificial.
“Sin duda, una medida sería incrementar la inversión en investigación, por ejemplo, explorando cómo la nueva rama de la IA generativa podría beneficiar a los profesores al eliminar tareas repetitivas”, afirma el especialista al diario. Él también hace un llamado a los líderes para que reconozcan las potencialidades de la inteligencia artificial y, sobre todo, tengan la paciencia para implementar estos cambios de forma efectiva.
Los sesgos como desafío
Pero durante este proceso, es esencial no solo reconocer los beneficios de la IA, sino también comprender sus posibles sesgos con el objetivo de garantizar un uso seguro y ético de esta tecnología.
El docente Lasse asegura que las primeras versiones de estas herramientas a menudo presentan prejuicios. “Por ejemplo, hace un año, si solicitábamos a estas herramientas que nos mostraran una foto del mejor científico del mundo, todas las imágenes mostraban a un hombre mayor, sin incluir a mujeres”.
Esto se debe, según explica, a que las parcialidades están arraigadas en nuestras sociedades, y al crear estas herramientas, es probable que se reflejen en ellas.
Un reciente caso que ejemplifica lo explicado es lo sucedido con Gemini, la IA de Google. El gigante tecnológico estadounidense tuvo que suspender la función de crear imágenes luego de que representara a tropas de la era nazi como personas de varios orígenes étnicos.
“Vamos a suspender la generación de imágenes de personas y pronto volveremos a lanzar una versión mejorada”, dijo la empresa en un comunicado.
En este sentido, el especialista en IA resalta que no se debe aceptar ciegamente lo que la herramienta proporciona como una verdad absoluta. La idea es que alumnos y profesores sepan comprender e interpretar las respuestas. Así como detectar los sesgos con el fin de evitarlos.
Un punto de suma importancia, en la implementación de la IA en las aulas es el rol del profesor, enfatiza Lasse. El papel que cumple en esta interacción es de orientar en el camino educativo. Si bien los alumnos pueden ser autodidactas y aprender con la IA, “siempre necesitan al ser humano” debido a la naturaleza social del aprendizaje.
A modo de consejo, Lasse hace un llamado a los profesores a reconocer el potencial de la IA como aliada de la educación comunicando tanto las oportunidades como las responsabilidades a sus alumnos.
Además enfatiza que la tecnología puede ser útil, pero la decisión final siempre recae en los seres humanos.