El 2024 comenzó con una noticia que ha causado revuelo en el campo de la ciencia y la tecnología: por medio de su cuenta en X, el multimillonario Elon Musk anunció que se había llevado a cabo la implantación de un chip en el cerebro humano.
¿Qué significa este paso en la medicina? ¿Qué consecuencias puede tener un implante en el cerebro? ¿Hasta dónde podría llegar el uso de la inteligencia artificial (IA) en el cuerpo?
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Quien ha llevado a cabo este implante es la empresa Neuralink, la firma de neurotecnología cofundada por Musk en el 2016, y el chip cerebral implantado lleva por nombre Telepathy, que tiene el tamaño de una moneda.
Una de las finalidades gira en torno a la medicina, al tratamiento de trastornos neurológicos como el Parkinson. Incluso el mismo empresario ha señalado que “los usuarios iniciales serán aquellos que hayan perdido el uso de sus extremidades”.
En esa línea, el neurocirujano Abelardo Cavero indicó a El Comercio que el anuncio abre muchas posibilidades, y es “una esperanza para el tratamiento de enfermedades degenerativas, incluso para el tratamiento contra las drogas”.
“Tiene mucho impacto porque, conforme la población mundial envejece más, aparece mayor cantidad de enfermedades neurodegenerativas que se podrían controlar de alguna manera colocando chips”, dijo el especialista de la Clínica Internacional. Y entre los casos que se podrían tratar están las enfermedades de Parkinson, Alzheimer, casos de epilepsia o trastornos obsesivos compulsivos.
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Por otro lado, hoy en día se realizan tratamientos similares pero que implican el uso de electrodos grandes con una batería que va en el pecho. En cambio, al contar con un elemento pequeño (el chip), “hace que sea más portable e incluso hasta podría bajar de precio (el tratamiento), hacerlo más accesible a la población en general”.
Esta es una de las claves para enmarcar el campo donde se mueve Neuralink. Arturo Deza, docente de la carrera de Ciencia de la Computación de UTEC, indicó a este Diario que se trata de “una nueva rama emergente de la ciencia e ingeniería, que utiliza técnicas avanzadas de ingeniería desde electrónica, ciencia de la computación, nanotecnología y mecatrónica para poder estudiar al cerebro”. Y sí, también implica el uso de la IA generativa.
Conectado al cerebro sin cables
Sin duda, uno de los elementos más llamativos en el procedimiento de implantación es el chip. La función de este dispositivo será la de “leer” la actividad cerebral para transmitir órdenes al cuerpo y recobrar la movilidad.
Wester Zela, decano del departamento de ingeniería de la Universidad Científica del Sur, indicó a El Comercio que la técnica específica que se utiliza es el Procesamiento de señales. Y aquí es donde entra la inteligencia artificial.
“Lo que se hace es identificar o detectar las diferentes señales del cerebro, que son eléctricas, y el modelo [de IA] lo que hace es predecir a qué tipo de señal se refiere”, explicó el especialista. Es decir, si la persona quiere mover el brazo izquierdo o el derecho hacia un lado, lo que hace el interfaz es capturar las señales del cerebro, y el modelo predice qué movimiento va a hacer.
Para Zela, quien tiene un PhD en inteligencia artificial, lo novedoso en este procedimiento es la integración del Bluetooth. “El chip es un modelo pre-entrenado y lo que hace es predecir el movimiento. Tradicionalmente este trabajo se hace con cables conectados al cerebro. La novedad es que esto se trabaja a través de Bluetooth. No hay ningún cable”, explicó el especialista.
Desde el punto de vista tecnológico, este procedimiento se conoce como Brain Computer Interface (BCI), o Interfaz Cerebro-Computadora, que, según detalla el docente, es una rama de la IA que crea diferentes interfaces “que leen los impulsos eléctricos para luego, mediante técnicas de reconocimiento de patrón, de machine learning, predecir cuál es el movimiento que debe dar”.
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Ahora, una de las dificultades en torno al procedimiento de Neuralink es la falta de información. Incluso, lo único que se dispone se desprende de los mensajes dados por Elon Musk en X . “No sabemos qué algoritmos son, no sabemos qué tipo de dispositivos utilizan para acceder y leer las señales eléctricas del cerebro”, comentó Zela.
Riesgos y el permiso de la FDA
¿Es peligroso implantar un chip? El proyecto de Neuralink ha sido bastante polémico. Incluso, en un momento la empresa fue criticada por causar la muerte de monos como parte de las pruebas de su proyecto de implante craneal. A pesar de la controversia, a mediados del año pasado la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) dio el permiso para iniciar con las pruebas en humanos.
Para el neurocirujano Cavero, que la FDA haya dado una aprobación es un respaldo a la implantación. “La FDA no da la aprobación fácilmente. Hace una serie de de estudios, controles, son muy estrictos para dar una autorización. Incluso hay gente en Estados Unidos que se va a operar a Europa porque hay procedimientos que no los aprueba la FDA hasta que esté muy demostrado su utilidad”, comentó.
En cuanto al procedimiento, el neurocirujano comentó que hoy en día las operaciones son menos invasivas y con mayor precisión gracias a la tecnología. En el caso del chip de Neuralink, el procedimiento que se debe haber realizado es una craneotomía: se hace una pequeña incisión y se coloca el chip.
“Puede ser una craneotomía guiada por el neuronavegador, que es como un GPS: nos dice a tal profundidad, en tal zona, se va a poner el chip y el neuronavegador nos indica exactamente en qué lado del cerebro se debe colocar”, comentó Cavero.
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Vale señalar que en la misma página web de Neuralink se muestra el robot quirúrgico con el que se trabaja. “Los hilos de nuestro implante son tan finos que la mano humana no puede insertarlos. Nuestro robot quirúrgico ha sido diseñado para insertar de manera confiable y eficiente estos hilos exactamente donde deben estar”, indica la empresa. Una muestra de la precisión en las cirugías que se realizan hoy en día.
En nuestro país, indicó Cavero, hay experiencia en la colocación del Estimulador Cerebral Profundo (DBS), usado para el control del Parkinson. Se trata de un procedimiento complejo, preciso y profundo en el que se colocan electrodos guiados por un marco esterotáctico. Además, se usan cables y baterías. Aunque es moderno, es un procedimiento diferente al de instalar un chip.
Más allá de la medicina
¿Qué más se puede hacer con un chip implantado en el cerebro? Quizá sea el mismo Elon Musk quien nos adelanta una respuesta pues, en su cuenta de X indicó que “permite controlar tu teléfono o computadora, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con solo pensar”.
Enables control of your phone or computer, and through them almost any device, just by thinking.
— Elon Musk (@elonmusk) January 30, 2024
Initial users will be those who have lost the use of their limbs.
Imagine if Stephen Hawking could communicate faster than a speed typist or auctioneer. That is the goal.
Es decir, ya no hablamos de una finalidad médica. Y este es uno de los riesgos que nos señala Arturo Deza.
“El riesgo actual de este tipo de neurotecnologías es ver cómo son aceptadas y cuáles serán sus usos no-médicos cuando se mueven a la industria: por ejemplo, es muy probable que estos pudiesen invadir la privacidad de pensamiento de las personas (a lo mejor en la industria del entretenimiento o en la legislación) y es algo que ha causado mucha controversia alrededor de los avances de la nueva Start-Up de Elon Musk: Neuralink”, comentó.
Aunque, y aquí se ingresa al plano legal, el docente de la UTEC consideró que este tipo de avances deben ir acompañados de una regulación apropiada.
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Pero, ¿hasta dónde se puede llegar? Zela mencionó que el estudio del cerebro se realiza desde hace muchos años y existe la idea de que, si en algún momento conocemos bien el cerebro, podemos crear un cerebro artificial.
“Eso puede pasar. O sea, hay muchos centros de investigación que están intentando crear una forma artificial del cerebro. Pero eso ya será en algunos años. Es un órgano muy complejo. Lo que ahorita se está trabajando y de momento lo que se ha hecho solamente son interfaces que permiten hacer esto: predecir movimientos”, aclaró.
La puerta está abierta. Una nueva etapa en la ciencia y la tecnología está comenzando. Por lo pronto, el uso de chips podría ser una oportunidad para muchas personas. Otro tipo de usos serían más debatibles.
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