NANJING. El revolucionario avión Solar Impulse 2 despegó de China en las primeras horas de este domingo para tratar de completar su vuelo de seis días sobre el océano Pacífico hasta Hawái (EE.UU.)
Propulsado únicamente por energía solar y con el suizo André Borschberg en los controles, el avión despegó de Nanjing a las 02:40 locales (13:40 GMT-5 del sábado) para un vuelo de 8.500 km hasta Hawái. Se espera que llegue a su destino 130 horas, dijeron los organizadores.
El otro piloto, el también suizo Bertrand Piccard, esta vez se quedó en tierra.
"Cruzo dedos y espero cruzar el Pacífico. Tenemos una buena perspectiva meteorológica" para esta travesía, dijo Borschberg antes de entrar en la cabina.
Transcurridas nueves horas desde su salida de Nanjing, el avión entraba en el espacio aéreo surcoreano y sobrevolaba el mar de China oriental, según www.solarimpulse.com.
El vuelo había sido aplazado varias veces debido a una meteorología desfavorable y desde el 21 de abril estaba bloqueado en la ciudad oriental de Nanjing.
Alumbrado por proyectores en el frente de sus alas, el avión se lanzó a la pista antes de desaparecer en un cielo brumoso, con un ruido de hélices apenas perceptible. El equipo de suelo aplaudió el despegue del aparato.
Una hazaña aeronáutica
(Foto: Reuters)
El Solar Impulse 2 no ha sobrevolado nunca un océano, ni ha permanecido en el aire más de 24 horas, por lo que esta travesía representa un reto tecnológico y una hazaña aeronáutica histórica.
Las alas de este revolucionario avión están tapizadas con más de 17.000 células fotovoltaicas. El equipo desea promover con este viaje el uso de la energía renovable, sobre todo la solar.
El Solar Impulse 2 partió el 9 de marzo de Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos). Ha hecho escala en Omán, India, Birmania y China.
En total, el avión tiene que recorrer 35.000 km y cruzar dos océanos a una modesta velocidad media de 50 a 100 km/h.
Este viaje, a 8.500 metros de altitud como mucho, debería durar cinco meses, con 25 días de vuelo efectivo, antes de regresar a Abu Dhabi.
En la nueva etapa, Borschberg volará cada día a 28.000 pies, una altura similar a la del pico más alto del planeta, con temperaturas que oscilarán alrededor de los 55 grados en la cabina de este avión solar, despresurizado y sin calefacción.
Esta expedición, que en un principio provocó la burla de la industria aeronáutica, es seguida con entusiasmo en todo el mundo.
Fuente: AFP