Idan Noyberg y Gal Bulka, dos jóvenes diseñadores quisieron crear un dispositivo que brinde a los pasajeros de cabina económica algo de la privacidad que caracteriza a la sección de primera clase en los vuelos comerciales.
También, pensaron cubrir los deseos de quienes por mala suerte viajan solos y les toca un compañero de vuelo insufrible como el que no para de hablar o el que estornuda o tose todo el tiempo.
Así nacieron las bandas B-Tourist. Son fáciles de llevar porque ocupan poco espacio en el maletín de mano, y están hechas en material elasticado para ajustarse a los respaldares del asiento de adelante y el asiento del usuario. Pero no solo soluciona las necesidades de privacidad en el vuelo, ya que a los lados tiene compartimentos donde se pueden guardar objetos pequeños que se necesitan tener a mano durante vuelos largos.
Y más aún, basta con regular los anillos para obtener una superficie de soporte para la cabeza y dormir con algo más de comodidad.
Aunque sus creadores todavía no han ofrecido una fecha de lanzamiento en el mercado, es probable que autoridades aeronáuticas primero deban determinar si las bandas suponen un riesgo ante una emergencia durante el vuelo.