Es verdad que en los últimos años distintos gobiernos ha tomado medidas satisfactorias para restringir y limitar la experimentación en animales. Sin embargo, aún existen laboratorios y ciertas situaciones específicas en las que se permiten estás pruebas. Pero esto podría acabar gracias al nuevo dispositivo desarrollado por el Instituto Wyss: un chip capaz de emular el funcionamiento de un órgano, para ser más específico, el pulmón.
'El pulmón en un chip' (the lung on a chip) está conformado por canales de oxígeno y de sangre. Estos están separados por una membrana flexible formada de células de pulmón y de capilares, imitando el movimiento y las funciones químicas del órgano al momento de la respiración. De esta forma se podrá experimentar con el chip y tener el mismo resultado que se obtendría con un pulmón real.
Para probar la efectividad del dispositivo en una situación real. Los investigadores insertaron bacterias en el canal de oxígeno y glóbulos blancos en el de la sangre. El resultado fue sorprendente. Los leucocitos reaccionaron ante la presencia de los microbios y pasaron a través de la membrana que separa los canales para eliminar a los intrusos.
Los investigadores del Instituto Wyss vienen desarrollando está tecnología desde hace más de 5 años, con el apoyo de científicos de la Universidad de Harvad. Sin embargo, en julio de este año recién se pudo establecer la start-up para iniciar la comercialización.
Al año, más de 100 millones de animales son utilizados como objetos de prueba para distintos tipos de experimentos. No obstante, el metabolismo y la estructura biológica de ellos son diferentes que los del hombre. Es por eso que el desarrollo del chip no sólo reducirá el uso de animales, sino que aumentaría la exactitud de las pruebas. Asimismo, los 'órganos en un chip' abren la puerta a la aplicación de terapias médicas más personalizadas basadas en la fisiología del paciente.