Un teclado puede ser más que una herramienta para chatear, trabajar o jugar. También es una oportunidad para volver a vivir. Esto es lo que pensaba un grupo de universitarios peruanos al crear un dispositivo para pacientes con lesión medular y con el que ganó un concurso en Corea del Sur.
Se trata de un teclado diferente, que apenas cuenta con 16 teclas pero grandes. Es compacto, transportable y permite que las personas con algún tipo de problema físico puedan reinsertarse en su trabajo, en su vida social.
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“Nuestra finalidad en sí era darle autonomía e independencia al usuario. Muy pocas personas, luego de haber sufrido una lesión medular, llegan a reinsertarse en su centro laboral. Es un porcentaje muy bajo”, nos dice Daysi Valverde (20) a El Comercio.
Ella es estudiante de Ingeniería Biomédica, en la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Junto a cuatro compañeros más llevó a cabo este innovador teclado adaptativo que los llevó a ganar la medalla de oro en el concurso internacional KIWIE 2024, que se realizó en julio de este año, en Corea del Sur.
El trabajo lo comenzaron el año pasado, como parte de un curso, y el reto estaba en crear un dispositivo para un caso clínico, el de un paciente con lesión medular de nivel C6 que se caracteriza por la imposibilidad de mover las manos.
Valverde indicó que su grupo se concentró en la portabilidad, para que “el paciente pueda llevarlo a su centro laboral o universitario”.
El teclado adaptativo hecho por los alumnos de la Cayetano se inspira en los celulares antiguos, cuando para escribir mensajes debías teclear varias veces. En este caso, "el paciente escribe con la parte lateral de la mano". Puede señalar diferentes letras tecleando hasta tres veces o ingresar a las opciones de números, símbolos, mayúsculas, etc.
Un reto innovador
La tecnología es un factor importante en el dispositivo hecho por los alumnos de la Universidad Cayetano. Para desarrollar este teclado se trabajó el diseño, la electrónica y, en especial, la informática. Aunque ya existen en el mercado equipos para escribir, la finalidad era presentar un dispositivo innovador.
“La parte principal dentro de la construcción del teclado vino a ser el código ya que el teclado básicamente funciona como un celular, de los antiguos, con un sistema alfanumérico; solamente que el código sí es bastante fundamental ya que tiene tres funciones principales en las que se van activando tanto las letras como los números, o como los símbolos que el usuario quiera poner”, explica Valverde.
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En el teclado se puede encontrar también las funciones de de flechas direccionales, enter, suprimir, entre otras. Otra de las partes importantes fue la placa PCB (circuito), para lo que trabajaron con el software EasyEDA. El teclado fue producido mediante un diseño 3D. Las teclas son bastante grandes y cada una agrupa diferentes funciones. Además, tienen una amplia separación.
Lo mejor de todo es que es compatible con cualquier sistema operativo. Es decir, se puede instalar en cualquier computadora. Solo se necesita un contector USB. “Como el código ya está incluido dentro del teclado, solamente es necesario un cable USB y ya estaría funcionando en su totalidad”, dice la estudiante.
Rehabilitación: una difícil realidad
La rehabilitación no es un proceso sencillo. Los alumnos de la UPCH acompañaron el diseño del teclado con una investigación. Ahora el teclado está siendo probado por un paciente que, debido a un accidente, tiene este tipo de parálisis y les ha mostrado la difícil y costosa realidad de la rehabilitación.
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Además del problema físico, también hay una crisis sicológica que enfrenta el paciente. Pero también es costosa y con pocas oportunidades. Valverde nos señala que son muy pocos los dispositivos de tecnología asistida que se brindan “y ni siquiera el costo es barato, tienen que adquirir desde el extranjero”. Un paciente con el que se probó el equipo contó que un dispositivo para escribir en computadora le costó alrededor de cinco mil soles.
“El teclado que nosotros hemos realizado está valorizado en unos 170 soles que es más o menos económico para este tipo de pacientes”, indica. Además, es portable, ya que se puede ingresar a una mochila, a diferencia de otros equipos.
En su caso, espera continuar con la creación de dispositivos para la rehabilitación, especialmente en la salud dental. “Yo sí me enfocaría más en la rehabilitación porque siento que estas personas sufren bastante psicológicamente, luego de haber sufrido un accidente, y creo que pueden recuperar parte de esa alegría o esa independencia a través de la rehabilitación”, comenta la estudiante.
Por otro lado, entre los alumnos que tienen alrededor de 20 años no solo se trabajó un teclado. Nos cuenta Valverde que otros grupos de compañeros hicieron un colchón antiescaras y un mouse que se complementa con el teclado adaptativo.