retomó el liderazgo de las ventas mundiales de para el primer trimestre de 2024, luego de que Apple lo superase en 2023. Parte del mérito recae en su flagship, el Galaxy S24, un equipo enfocado en la IA. Sin embargo, la gama alta no fue la única protagonista en esta historia, piezas claves fueron los modelos de la serie Galaxy A, a los que pertenece el recién presentado Galaxy A 55.

La serie Galaxy A de la firma surcoreana está destinada a la gama media, con pretensiones de gama alta. De todos sus modelos, son estos los más vendidos a nivel global. El año pasado, por ejemplo, según el registro de Counterpoint, en el primer semestre fue el A 14 el que alcanzó mayores ventas, mientras que del A54 también está entre los más vendidos.

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El A55, que fue lanzado junto a su hermano menor, el A35, es el modelo más potente de dicha serie mostrado hasta la fecha. Es por lo tanto uno de los productos más relevantes en el portafolio de la compañía asiática. Y en El Comercio hemos podido probarlo por un par de semanas, así que a continuación te contamos qué tal nos fue.

El diseño asemeja al de la serie Galaxy S
El diseño asemeja al de la serie Galaxy S

Pero antes los detalles técnicos del equipo:

Especificaciones

Samsung Galaxy A55
PantallaSuper AMOLED
20Hz
HDR10+
1000 nits
6,6 pulgadas
1080 x 2340 pixels
Dimensiones y peso161.1 x 77.4 x 8.2 mm
Almacenamiento128/ 256 RAM
RAM8/12
Cámaras traseras50 MP principal, f/1.8, OIS
12 MP Ultra gran angular, f/2.2
5 MP cámara macro, f/2.4
Cámara delantera32 MP, f/2.2
ChipsetExynos 1480 (4 nm)
Conectividad5G SA/NSA
OtrosUSB Tipo-C 2.0
Bluetooth 5.3
PrecioS/ 1.869 ( versión de 256 GB)
Sistema operativoAndroid 14
One UI 6.1
Batería5.000mAh
Carga rápida 25W

Diseño innovador

En el papel todo se bastante bien. Pero vamos a ver cómo se desenvuelve este celular en el día a día.

La primera impresión siempre entra por la vista. Al tener un celular, lo primero que vemos es el empaque en donde viene. Aquí no hay mayor novedad. Es una caja delgada que en su interior –además del A55– solo trae un cable USB-C para la carga, sin el cargador. Esto último es algo muy común en la gama más costosa, pero aún no tan frecuente en la gama media.

Centrémonos en la estética del teléfono. Resalta su parecido con los Galaxy S, la línea premium de la empresa. La versión de este año llega, a diferencia de su predecesor, el A54, con cuerpo de cristal y bordes de aluminio. Estos le dan un toque de elegancia, además evitan que las huellas de la mano se queden impregnadas.

En la parte trasera no vemos módulo fotográfico notorio (tan de moda hoy en día), sino que al mismo estilo de los Galaxy S las cámaras sobresalen ligeramente, pero de manera independiente. Es modelo minimalista.

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El A55 llega en dos colores, azul oscuro (Navy) y Lila. Nosotros probamos este último y la verdad es que es bastante bonito. Tiene un acabado tornasolado que le otorga un diseño bastante juvenil, cuando la luz cae sobre su cuerpo se refleja una especie de arcoíris. No cabe duda de que estamos ante un dispositivo que cuida a detalle la estética de su diseño.

Las cámaras no sobresalen demasiado.
Las cámaras no sobresalen demasiado.

Samsung ha hecho un cambio bastante interesante en el borde de su teléfono. No es un invento revolucionario, pero sí se trata de una modificación que le da más practicidad. De lado derecho, la zona donde se encuentran los botones de encendido y volumen está ligeramente elevada, lo que hace que el diseño más ergonómico y permite al usuario encontrar dichos botones de manera sencilla.

En cuanto a la pantalla, nos encontramos con un panel Super amoled de 6,6 pulgadas con resolución Full HD+ y una tasa de refresco de 120 Hz, así como un brillo máximo de 1.000 nits. En líneas generales estamos ante un panel bien equilibrado que ofrece lo estándar dentro de la gama media, sin destacar demasiado.

Rendimiento del Galaxy A55

Aplicaciones que demandan altos recursos como PUBG se desenvuelven bien en el equipo
Aplicaciones que demandan altos recursos como PUBG se desenvuelven bien en el equipo

El A55 apuesta por un chipset Exynos 1480, de fabricación propia de Samsung. ¿Qué tal va? Se desenvuelve bastante bien. No es extremadamente rápido como un procesador de alta gama, sin embargo, corre adecuadamente con aplicaciones que demandan altos recursos, como PUBG, aunque por momentos se notan algunos retrasos. Realmente no es nada que afecte la experiencia.

Acompañan al procesador un sistema de 8 GB de RAM y 128 o 26 GB de memoria interna, cifras que ya parecen haberse estandarizado para los modelos de la gama media-alta.

En la práctica, si eres un usuario promedio que va a usar el celular para navegar por internet, tomar fotos y subirlas a las redes sociales y jugar de vez en cuando, este equipo es más que suficiente. Por el contrario, si lo que buscas es un nivel de perfección mayor, es decir, mejor calidad en las fotos o videos, por ejemplo, para grabar contenido, deberás decantarte por un modelo de una gama superior, entendiendo que el rango de precio será también mayor.

Ahora bien, hablando de las cámaras, el A55 lleva un sensor primario de 50 megapíxeles con apertura de f/ 1.8 y estabilización (OIS); un ultra gran angular de 12 megapíxeles con apertura de f/ 2.2, y una cámara macro de 5 MP con apertura de f/ 2.4.

¿En qué se traducen todos estos números? Una jugada bastante conservadora hecha para obtener un resultado satisfactorio. Las fotos que tomemos sí cumplen, aunque no podemos exigir un nivel de detalle superlativo. En situaciones con luz, el resultado es bueno, las imágenes logradas son nítidas (no se puede esperar menos de un teléfono de 1.700 soles). Con la ausencia de luz, en cambio, los sensores sufren un poco más y los detalles de los objetos se pierden.

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Samsung ha corregido un poco la saturación de los colores de modelos anteriores, no obstante, aún podemos ver tonalidades azules y verdes muy pintadas. De igual manera, se nota el procesado de la fotografía, lo que le da cierta artificialidad. Con el procesado hablamos de la corrección que hace el mismo teléfono a la imagen, quitando la naturalidad de la escena. Esto no es un pecado, ya que de alguna manera todo equipo inteligente (cámara o celular) procesa las imágenes; sin embargo, dependerá de cada usuario si es que aquello realmente significa un problema o no.

El gran angular se comporta bastante bien en condiciones de luz, mientras que la tercera cámara, la macro, captura buenas imágenes a corta distancia, pero no suma mucho al juego de cámaras en su conjunto. Quizás un teleobjetivo podría haberle dado más potencia.

Como se observa en las imágenes que acompañan estos párrafos, las fotos capturadas por el A55 tiene buena calidad, probablemente, de las mejores de su gama. Las diferencias las empezamos a notar si lo comparamos con modelos más avanzados, como los de gama alta, que siempre son referentes en calidad fotográfica.

Cámara principal.
Cámara principal.
Cámara gran angular.
Cámara gran angular.
Cámara principal foto de noche.
Cámara principal foto de noche.
Prueba de cámaras con gran angular, zoom 1X y zoom 2X.
Prueba de cámaras con gran angular, zoom 1X y zoom 2X.
/ Christian Mestanza Arquiñigo


Cámra selfie y selfie con desenfoque.
Cámra selfie y selfie con desenfoque.
Cámara selfie y selfie con desenfoque en la noche.
Cámara selfie y selfie con desenfoque en la noche.
Cámara macro.
Cámara macro.

En lo que respecta a la grabación de video, el A55 ofrece una calidad de hasta 4K a 30 FPS. Sin embargo, es importante mencionar que esta cámara carece de OIS (lo cual resulta un tanto decepcionante dada su categoría de precio). A pesar de esto, cuenta con cierta función de estabilización electrónica que brinda resultados aceptables. En cuanto al video en sí, se caracteriza por el procesamiento característico de Samsung, lo que lo hace bastante atractivo visualmente.

Amplia autonomía

La firma surcoreana ha apostado por una autonomía bastante amplia de nada menos que 5.000 mAh. Es más que suficiente. Para una jornada habitual, respondiendo mensajes, usando redes sociales, navegando por internet e incluso utilizando aplicaciones de ‘streaming’, la batería puede durar una jornada completa, lo que significa unas siete horas de pantalla encendida o un poco más.

La carga rápida en cambio no es el punto fuerte de este apartado, 25W quedan algo desfasados cuando en el mercado ya encontramos alternativas de más 120W. El 100% de la batería se llena con aproximadamente hora y media de carga, aunque obtenemos la mitad en unos 20 minutos.

¿Vale la pena comprar el Samsung Galaxy A55?

El A55 es el caballo de batalla de la gama media de Samsung, en su segmento no cabe duda que es uno de los que lidera el abarrotado mercado de celulares. Ofrece prestaciones de óptima calidad, no podría ser de otra manera teniendo en cuenta que es un dispositivo de 1.700 soles.

Corre bien. Posee un diseño ergonómico. Tiene una cámara que cumple. Pero destaca principalmente por su batería de 5.000 mAh, que tranquilamente, con un uso moderado del celular, puede durar hasta más de un día. La carga rápida en cambio defrauda un poco, si bien no es algo demasiado dramático, 25 W en estos tiempos quedan algo cortos.

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