Un sacerdote en Italia instaló un artefacto que bloquea los teléfonos celulares, tras haberse cansado de pedirle a los feligreses que lo apagaran sin éxito.
La iniciativa ha sido alabada por muchos de los asistentes a la misa, pero ha enfurecido a los comerciantes del área comercial de Nápoles pues aseguran que el dispositivo también bloquea sus señales digitales.
Los vendedores denunciaron además que el artefacto interfiere las conexiones para los pagos con tarjetas de bancarias e disminuye su capacidad para tomar pedidos a través del móvil.
Sin embargo, el joven cura -experto en tecnología- niega ser el responsable de los problemas de los minoristas, asegurando que el bloqueo no funciona fuera de la iglesia.