¿A quién no le ha pasado de quedarse sin batería y poner a cargar el smartphone un aeropuerto, café o transporte público?
El problema es más que habitual pero, ¿es esta la solución más adecuada?
Algunos expertos aseguran los peligros son muchos y que, por lo tanto, es mejor tomar precauciones.
Usar un cable USB para conectar el celular a una computadora o tableta que no conoces tampoco es la mejor opción.
Según la empresa de ciberseguridad Kaspersky Lab, los celulares dejan totalmente expuestos una enorme cantidad de datos cuando están conectados a computadoras durante un proceso que se conoce como "handshaking" (apretón de manos, en español).
En ese intercambio de datos, el teléfono traspasa información a la computadora a través del cable. Y le "cuenta" a la máquina cómo se llama, cuál es su fabricante y su número de serie, cuál es su sistema operativo y hasta su lista de archivos.
De esta manera, el celular puede quedar "infectado" y es posible que alguien le siga la pista usando el ID del dispositivo, explican los especialistas de la consultora.
Es lo que se conoce como "vulnerabilidad de carga" y los hackers profesionales podrían estar al acecho.
Algunos de estos virus se disfrazan de páginas oficiales superponiendo ventanas para obtener información personal y bancaria de correos fraudulentos ("phishing").
"Es completamente posible transferir software malicioso con un teléfono a través de la conexión USB desde una computadora o dispositivo en una estación de carga pública, como las de aeropuertos o centros comerciales", explica Biersdorfer.
"En 2016, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) recomendó a los consumidores que no conecten un smartphone personal al sistema de entretenimiento a través de un puerto USB o conexión Bluetooth en autos de alquiler", dice la experta.
La razón, según Biersdorfer, es que el sistema es capaz de importar y almacenar datos desde tu teléfono, como registros de llamadas, contactos y ubicaciones que has solicitado desde el GPS.
La FTC aconseja, en cambio, usar el puerto eléctrico del automóvil y un cable compatible, en lugar de conectarlo a la salida del USB.
Y este es solo un ejemplo de "juice-jaking".
"Algunas personas son capaces de enfrentarse a casi cualquier riesgo con tal de cargar la batería de su móvil", asegura Krebs.