Por Bruno Ortiz Bisso
Periodista
La ola de ofertas tras el ingreso de Entel y Bitel al mercado local entusiasmó a los consumidores. ¿Pero esa guerra de precios es lo que necesitamos?
Luego de estar muchos años prácticamente con solo dos operadores móviles, los usuarios se han sorprendido gratamente con la llegada de Entel –que dejó de ser Nextel y de atender principalmente a empresas– y Bitel (Viettel) con ofertas de planes y equipos muy atractivos.
Como era de esperarse, Movistar y Claro reaccionaron para evitar migraciones masivas y ahora, en apariencia, los usuarios son los más beneficiados.
¿Pero solo podemos exigir precios más bajos? ¿Por qué no aprovechar la nueva atención que nos prestan las operadoras para pedir un mejor trato y, sobre todo, un mejor servicio?
¿Qué tal si pedimos a las operadoras que no solo se concentren en captar nuevos clientes, sino también en tratar mejor a los usuarios de siempre? ¿Por qué el nuevo usuario pospago tiene mejores planes y precios que aquel que se ha mantenido fiel al mismo operador? ¿Y por qué hay puntos de venta donde un potencial cliente prepago es tratado con gran diferencia que uno pospago?
Y podemos exigir también la mejora de los servicios. No servirá de nada tener el equipo más moderno del mercado si el servicio de comunicaciones de mi operador va a ser tan malo como siempre. “Faltan antenas”, se dirá. Según el MTC, hay un déficit de 14.000 antenas en el país. ¿Qué tal si se invierte más en educación y desmitificación del tema de las antenas para mejorar la infraestructura? Y no podemos olvidar los centros de atención al cliente.
Entonces, creo que es el momento para exigir un mejor servicio en lugar que solo precios.