Estocolmo. La Real Academia Sueca de Ciencias ha decidido otorgar el Premio Nobel de Química 2019 a los científicos John B. Goodenough (alemán nacionalizado estadounidense), M. Stanley Whittingham (Reino Unido) y Akira Yoshino (Japón) por el desarrollo de la batería de iones de litio, con lo cual impulsaron la movilidad eléctrica y el desarrollo de dispositivos móviles.
“Esta batería ligera, recargable y potente ahora se está utilizado en todo, desde teléfonos móviles hasta computadoras portátiles y vehículos eléctricos. También puede almacenar importantes cantidades de energía de energía solar y eólica, haciendo posible una sociedad libre de combustibles fósiles”, informa la academia en una nota de prensa.
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Se agrega que las baterías de iones de litio se utilizan a nivel mundial para alimentar el electrónica portátil que utilizamos para comunicarnos, trabajar, estudiar, escuchar música y buscar conocimiento.
“Las baterías de litio también han permitido el desarrollo de coches eléctricos de largo alcance y el almacenamiento de energía de fuentes renovables, como la energía solar y eólica”, asevera la organización que hace entrega del galardón.
Bases y desarrollo
La base de la batería de iones de litio se sentó durante la crisis del petróleo en la década de 1970, explica la academia.
“Stanley Whittingham trabajó en el desarrollo de métodos que podrían conducir a tecnologías de energía libre de combustibles fósiles. Comenzó a investigar superconductores y descubrió un material extremadamente rico en energía, que utilizó para crear un cátodo innovador en una batería de litio. Esto fue hecho de disulfuro de titanio que, a nivel molecular, tiene espacios que pueden albergar e intercalar iones de litio", explica.
“El ánodo (polo positivo) de la batería estaba hecho parcialmente de litio metálico, que tiene un fuerte impulso para liberar electrones. Esto dio como resultado una batería que literalmente tenía un gran potencial, un poco más de dos voltios. Sin embargo, el litio metálico es reactivo y la batería era demasiado explosiva para ser viable”, se precisa sobre el trabajo de Wittingham.
Sobre John Goodenough se señala que “predijo que el cátodo (posible lado negativo de una batería) tendría un potencial aún mayor si se hiciera usando un óxido metálico en lugar de un sulfuro metálico”.
“Después de una búsqueda sistemática, en 1980 demostró que el óxido de cobalto con iones de litio intercalados puede producir hasta cuatro voltios. Este fue un avance importante y llevaría a mucho baterías más potentes”, se asegura.
Primera batería
La Real Academia Sueca de Ciencias explica que “con el cátodo de Goodenough como base”, el científico Akira Yoshino “creó la primera batería de iones de litio comercialmente viable en 1985”.
“En lugar de usar litio reactivo en el ánodo, usó coque de petróleo, un material de carbono que, como el óxido de cobalto del cátodo, puede intercalar iones de litio. El resultado fue una batería ligera y resistente que podía cargarse cientos de veces antes de que su rendimiento se deteriorara", se precisa.
Se explica que la ventaja de las baterías de iones de litio es que no se basan en reacciones químicas que descomponen los electrodos, sino en iones de litio que fluyen de un lado a otro entre el ánodo y el cátodo.
Agencias
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