Tesla, la compañía estadounidense de autos eléctricos, presentó el pasado jueves su primera ‘pick-up’, la Cybertruck. El modelo llamó la atención, entre otras cosas, por su diseño tildado de futurista, en el que predominan las líneas rectas.
Y, si bien es justamente ese diseño el que le otorga la personalidad ruda y estrambótica que lo define, todo parece indicar que podría traerle problemas; de hecho, ya lo está haciendo.
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James Goodwin, presidente del Programa de evaluación de autos nuevos de Australia (ANCAP, por sus siglas en inglés), ha dicho que la Cybertruck no parece ceñirse a los estándares de seguridad para peatones y ciclistas del país oceánico, según informó el portal australiano News.
Para Goodwin, cosas como la dura parte frontal del vehículo podrían ser un riesgo para el peatón, por ejemplo, en caso de que lo golpee. La ANCAP se fija en cuestiones como la cabeza y las piernas de los transeúntes en las pruebas de accidentes que realiza y, ahora mismo, su director piensa que “el rastrillo [frontal] parece como que no es muy indulgente con las piernas”.
Pero eso no es todo. El material del “esqueleto” del Cybertruck también ha causado preocupación. La ANCAP busca que los vehículos absorban parte de la energía en un impacto, ya que, de lo contrario, los pasajeros tendrían que soportar la peor parte de la fuerza del mismo. En ese sentido, el modelo de Tesla es perfecto para repeler abolladuras, pero podría poner en riego a los pasajeros.
A la camioneta de Elon Musk todavía le faltan algunos elementos para estar completamente lista; sin embargo, su gran reto será –al menos en Australia- lograr que su diseño trapezoide cumpla con todos los estándares de seguridad.
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