La idea de robots humanoides es fascinante para las personas. Películas como la saga de Terminator o la más reciente y exitosa M3GAN demuestran cómo seguimos prediciendo un futuro en el que conviviremos con robots que son casi o totalmente idénticos a nosotros.
Pero la realidad se acerca cada vez más rápido a la ficción y grandes compañías como Tesla y Xiaomi empiezan a apostar por robots humanoides que nos acompañen a diario. Algunos de estos robots comparten solo nuestra postura y extremidades, sin buscar verse totalmente humanos, mientras que otros sí tienen rostros y se asemejan a las personas. ¿Por qué construimos robots que se parezcan a nosotros?
MIRA: Conoce al robot que hace tareas cotidianas: cocina, pone la mesa y limpia | VIDEO
¿Por qué construimos robots humanoides?
¿Desde cuándo la robótica se interesó por crear modelos humanoides? Primero, hace falta definir cuándo un robot puede ser considerado humanoide. De acuerdo con Oscar Ramos, docente de Ingeniería Mecatrónica en la UTEC y doctor en robótica, un robot humanoide es aquel con una estructura antropomórfica, “es decir, que tiene dos brazos, dos piernas y una cabeza”.
Aunque Isaac Asimov publicó historias como ‘Yo, robot’ (1950) y ‘El hombre bicentenario’ (1976) prediciendo que robot con aspecto humano llegarían décadas después, Ramos calcula que los primeros robots humanoides comenzaron a desarrollarse en los años 80 en Japón. Pero no fue hasta los años 2000 que el país comenzó a trabajar en robots de apariencia humana, “pero enfocándose únicamente en imitar el rostro humano y sus gestos”.
¿Y por qué queremos que los robots se parezcan a nosotros? Como explica Ernesto Cuadros Vargas, doctor en ciencia de la computación y miembro del Directorio de Gobernadores de IEEE-CS, una razón es para que estos robots apelen a las personas. “Es para no alejarlos de las personas, sino más bien acercarlos”, comenta.
Es decir, el que sean atractivos para los humanos facilitará que actúen como su compañía y asistencia, en especial con usuarios que necesiten sentirse más cómodos entre robots. “Por ejemplo, tú podrías tener un robot humanoide que esté alerta y ‘duerma’ al costado de un adulto mayor”.
MIRA: Starbucks presenta su propio ‘robot barista’ para personalizar las bebidas
Otro motivo por el que se opta por diseñar robots humanoides es según la aplicación y función que tendrán. Por ejemplo, mientras que un modelo de aspecto humano es buena opción como asistente de quirófano o compañía de un paciente, podría no funcionar en otras situaciones. “Digamos, si quieres un robot que inspeccione un campo minado en busca de sobrevivientes, no interesa que tenga aspecto humano. En cambio, sería mejor una forma de serpiente que se pueda meter en espacios pequeños”, expone Cuadros Vargas.
Por otro lado, Ramos argumenta que lo desarrolladores de estos robots también se animan a crearlos “principalmente por curiosidad científica y tecnológica, y por lo satisfactorio que se siente resolver los retos que hacen que un sistema artificial se comporte de manera similar a la de un humano”. Asimismo, explica que es más fácil que un robot humanoide se pueda mover en entornos humanos, “sin necesidad de modificar el ambiente, como sí sería necesario para otros tipos de robots”.
Los límites de la semejanza humana
Recordemos que actualmente existen robots humanoides que mantienen estructura antropomórfica sin parecerse demasiado a una persona, como el caso de Optimus, el robot de Tesla, o CyberOne, de Xiaomi. Mientras que tenemos otros como Sophia de Hanson Robotics están recubiertos de ‘piel’ y sí imitan un rostro y expresiones faciales de humanos.
Cabe mencionar que crear robots que tengan expresiones faciales implican mayor trabajo de construcción y programación, pues mucho cableado estaría involucrado, a diferencia de una pantalla. No obstante, existe otro fenómeno que limita cuánto podemos permitir que se parezcan a nosotros, el llamado “uncanny valley”.
MIRA: MWC 2023: CyberOne, el robot humanoide de casi 1,80 m con el que Xiaomi busca hacerle frente al Tesla Bot
De acuerdo con Ramos, ‘Uncanny valley’ (‘valle inquietante’ en inglés) es una hipótesis de robótica que argumenta “que las personas pueden sentir empatía y aceptar sistemas con apariencia muy robótica o con apariencia completamente humana, pero surge un rechazo en sistemas que lucen “casi” como humanos pero no llegan a serlo por completo”. En otras palabras, no puede haber un punto medio.
¿Y podría llegar el día en que los robots humanoides sean tan avanzados que no los distinguiremos de las personas? “Pienso que no se trata de si podría llegar el día, sino de cuándo llegará el día”, dice el doctor en robótica.
¿Qué tan avanzada está la robótica humanoide?
Ramos argumenta que, en realidad,actualmente los robots humanoides todavía no se encuentran lo suficientemente desarrollados para tener funciones prácticas. “Son muy inestables, pierden fácilmente el equilibrio y la capacidad de agarrar objetos es aún muy limitada”, defiende.
Incluso ilustra que sorprendentes videos como los de Atlas, creación de Boston Dynamics, no son lo que realmente aparentan. “De hecho, los videos de robots humanoides usualmente son ‘repetidos’ muchas veces y se sube la toma en la que todo sale bien. Lo sé por experiencia propia”.
MIRA: Como en ‘Terminator 2′: crean robot capaz de derretirse, atravesar barrotes y regenerarse | VIDEO
Finalmente, en cuanto a Perú, el docente expone que “casi no existe investigación ni desarrollo en robótica humanoide”, ya que es muy costoso el desarrollar estos proyectos. Además, las fuentes de financiamiento peruanas suelen buscar proyectos con resultados a corto plazo, lo cual no es el caso de los robots humanoides que tardan mucho tiempo en desarrollar.