Fútbol: ¿Qué son los chalecos que llevan los futbolistas debajo de la camiseta y para qué sirven?

Los chalecos que usan los futbolistas cuando entrenan o juegan un partido se utilizan para monitorear cómo responde su cuerpo a la actividad que están realizando. Además, esta tecnología da otros parámetros de su desempeño que son de gran importancia para el comando técnico.

El nombre que se utiliza es “chaleco GPS” debido a que tiene un chip incorporado. Con esta vestimenta, no incumplen la regla de no llevar accesorios durante los partidos, como lo sería un smartwatch o smartband. De esta manera, se miden las distancias que corre el jugador y en qué parte de la cancha está. La importancia de estos datos se deben a que el entrenador puede saber cómo posicionarlos o qué cambios hacer durante los enfrentamientos.

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Por otra parte, el chaleco también cuenta con sensores. El acelerómetro, por ejemplo, recoge la intensidad de lo que ha recorrido, su velocidad, o cuántos ‘sprints’ ha realizado. Incluso, puede recabar el número de impactos. Es decir, cumple con lo que haría un gadget, pero no incomoda al jugador, ni es un posible peligro durante la fricción con los rivales o en las caídas, como lo sería una smartband, por ejemplo.

Asimismo, el chaleco puede medir la frecuencia cardíaca, la velocidad de explosión y cuánta energía se ejerce con cada movimiento. Esto es importante porque si un técnico quiere que el futbolista vaya a un ritmo específico, debe estar seguro de que puede gastar más energía. Además, así se puede estar informado de si existen anomalías con el rendimiento usual del jugador o si presenta algunos malos síntomas.

El comando técnico también puede rastrear el mapa de calor generado por los jugadores. Así, verán por dónde pueden aprovechar más a sus futbolistas y, en caso de una lesión o golpe que no le impida seguir jugando, podrá saber por dónde tendrá menos rendimiento mientras continúa el partido.

Sin embargo, el chaleco GPS no solo ayuda al técnico con su estrategia. Por el contrario, también ayuda al jugador a mejorar su accionar en la cancha. De acuerdo a los datos extraídos, estos pueden recibir un entrenamiento específico para ayudarle a rendir más durante los 90 minutos.

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Además, cuando un jugador se está recuperando de una lesión, con el chaleco podrá medir cómo va mejorando de acuerdo al paso de los días y también recibirá un entrenamiento aparte. Por ello, cuando un futbolista regresa a entrenar por motivos médicos, suele recibir un “entrenamiento diferenciado”. No solo porque aún no está a su máximo nivel, sino porque está trabajando con los datos extraídos.

Si bien estos chalecos costaban bastante cuando aparecieron (casi US$2.000), actualmente su precio se ha reducido considerablemente. Dependiendo de la marca, su precio llega a los US$200 aproximadamente y no solo lo pueden usar profesionales. Incluso puedes monitorear los datos en tu celular si lo adquieres.