Quien pase por la puerta de este sótano en Budapest no sabrá que debajo de sus pies se encuentra un tesoro para los amantes de los pinballs o flippers.
El Museo Húngaro del Pinball, o Pbal Gallery, fue ideado por Balasz Palfi, un enamorado de esas máquinas ruidosas y luminosas, que combinan electrónica y cinética.
El museo, que tiene más de 130 pinballs, abrió en abril pasado y se ha vuelto popular entre adultos y niños.
Hasta se han realizado competencias internacionales allí, a las que concurrieron jugadores de toda Europa.
Video producido por Frederick Bernas