Juan Luis  Del Campo

Han pasado 27 años desde la salida de “”, pero el título ha dejado una huella indeleble en sus fans, propiciando no solo la salida de un largometraje y decenas de spin-offs, sino también un ambicioso proyecto para recrear el juego original en tres partes, comenzando con el pie derecho con el críticamente aclamado - y apropiadamente titulado - “Final Fantasy VII Remake”. Ahora le toca el turno a “Rebirth”, una segunda parte más grande tanto en aspiraciones como en magnitud. ¿Logra satisfacerlas?

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Final Fantasy VII Remake” terminó en un punto crucial de la historia, con Cloud Strife, Aerith y sus otros compañeros de Avalanche venciendo a los Susurros, unos misteriosos fantasmas que sirven como árbitros del destino, para tomar control de su futuro. Un futuro más que incierto, al no solo estar persiguiendo la sombra de Sephiroth, quien parece tener aspiraciones genocidas en su intento de liberar el planeta, sino también como forajidos de la Compañía de Energía Eléctrica Shinra, un conglomerado que no se detendrá a nada en su deseo por llegar a la Tierra Prometida.

Misma acción, pero mejorada

Como cabe esperar de una trilogía, “Final Fantasy 7 Rebirth” mantiene el mismo sistema de combate de su predecesor “Remake”. Es así que no hay restricción para acciones como ataques básicos, cubrirse y moverse, pero ataques especiales, magia y el uso de objetos requieren de una barra de energía denominada ATB (Batalla de tiempo activo) que se carga a lo largo del tiempo. Tu triunfo en la batalla depende de explotar las debilidades de tus oponentes para ponerlos en un estado de ‘stagger’ (tambaleo) donde son más vulnerables al daño, al mismo tiempo que tu posicionamiento y reflejos se vuelven cruciales para evadir o minimizar los ataques de los enemigos.

"Final Fantasy VII Rebirth" implementa una nuevo tipo de ataques llamados habilidades de sinergia que combinan el poder de dos personajes diferentes.
"Final Fantasy VII Rebirth" implementa una nuevo tipo de ataques llamados habilidades de sinergia que combinan el poder de dos personajes diferentes.
/ Square Enix

Esto hace que, al igual que en “Remake”, se sienta que se ha logrado un buen balance entre el sistema utilizado en el original y las demandas por más acción del público actual, aunque sin irse a los frenéticos extremos combate del reciente - y también excelente- “Final Fantasy XVI”, que fue inspirado más por juegos como “Devil May Cry”.

Algo que sí ha cambiado en la segunda parte de la trilogía es la inclusión de nuevos personajes que se unen a los protagonistas en su aventura como el felino Red XIII - al fin controlable por el jugador-, la ninja adolescente Yuffie - introducida inicialmente en el DLC de “Remake”- y el misterioso gato robot Cait Sith. Cada uno cuenta con mecánicas diferentes y entretenidas que sirven para cambiar el ritmo de la batalla si te cansas de usar a Cloud, Tifa, Aerith y Barrett.

La otra novedad del combate es el sistema de Sinergia, ataques realizados en conjunto con otro de tus compañeros. Existen dos tipos: ‘skills’, que pueden ser realizadas en cualquier momento de la pelea y ‘abilities’, más poderosos pero requiriendo de recursos generados al gastar la barra de ATB. Ambos se hacen cruciales para suplir las debilidades de determinados personajes, otorgándoles cuestiones como proyectiles o protección inmediata, y le dan una capa más de complejidad a esta parte esencial del juego.

Un mundo por el que vale la pena pelear

Una de las primeras cosas que uno se da cuenta con el juego es la ambición que ha demostrado Square Enix para ampliar el planeta donde ocurre la historia. Tanto el original como “Rebirth” toman como punto de inflexión el escape de la claustrofóbica ciudad de Midgar para iniciar la exploración del mundo. Lo que cambia en este juego es el laborioso detalle que le han dado para que cada una de las regiones, desde desiertos a junglas, pasen de convertirse en superficies simples y pixeladas en el juego de 1997 a paisajes minuciosamente armados para simular un ecosistema plausible dentro de la ficción.

El mundo de "Final Fantasy VII" queda hermosamente detallado en esta rehacer de la historia original.
El mundo de "Final Fantasy VII" queda hermosamente detallado en esta rehacer de la historia original.

Esto resalta más en la construcción de ciudades como Kalm, que pasan de ser solo un par de pantallas en el juego del primer PlayStation a un pueblo habitado de decenas de personas y colmado de diferentes tiendas y hasta secciones. Lo mismo pasa con cada una de las regiones, que se convierten en amplios y a veces complejos lugares llenos no solo de enemigos, sino de secretos, retos y coleccionables para recolectar que exploran el folclor local e incluso la historia de tus propios compañeros de aventuras. Es un intento de expandir la historia original llenando vacíos con información quizás solo antes sugerida, pero ahora explayada para cocer un tapiz más rico y colorido de quiénes son y por qué pelean.

No tan esenciales son los abundantes minijuegos de “FF7 Rebirth”, los cuales superan fácilmente la veintena. Se trata de una miríada de actividades con diverso grado de encanto, desde un complejo y francamente fascinante juego de cartas llamado “Queen’s Blood” que cuenta con su propia campaña a actividades como carreras de chocobos - especie de avestruces que reemplazan a los caballos en este universo -, musicales y hasta un juego de boxeo que se posiciona entre los más frustrantes que he experimentado desde mis días siendo noqueado por “Mike Tyson en “Punch-Out!!”.

Es así que en mi opinión no toda la expansión del contenido ha sido beneficiosa al juego y en momentos se puede sentir que estas tareas extras pueden afectar el ritmo de la historia. ¿Qué tanta tensión puede darte la noción que eres perseguido por una megacorporación si es que tienes tiempo para explorar cada ruina, vencer a todos los jugadores de cartas y activar cada antena de la región? Afortunadamente, Square Enix ha sabido no hacer estas actividades esenciales para pasar el juego - exceptuando a completistas como yo-, por lo que te dan la opción de andar a tu propia velocidad.

Conclusión

A pesar de estas pequeñas molestias, “Final Fantasy VII Rebirth” continúa con la promesa iniciada del “Remake” de darnos una nueva y más profunda mirada a la historia de Cloud Strife, Aerith, Avalanche y Sephiroth. Aunque no es perfecto e incluso sobrecargado en algunas partes, mantiene una historia interesante para novatos de la franquicia con más de una sorpresa para fans del juego original y nos mantiene en anticipación para saber cómo Square Enix concluirá esta trilogía.

La ficha

Título: “Final Fantasy VII Rebirth”

Desarrollador: Square Enix

Género: Acción, aventura.

Idiomas: Inglés, japonés, francés, español, italiano, alemán y portugués.

Plataformas: PlayStation 5 (reseñado).

Lanzamiento: 29 de febrero del 2024.

Duración aproximada: 45 horas (historia) 80 horas (contenido adicional).

Precio: US$69.99 (PlayStation Store).

Puntaje: 9/10.