La aventura para conseguir la última y más difícil de las coronas ha llegado de la mano junto a diversas novedades y mecánicas. Todo esto en un mundo totalmente congelado. ¿Te atreverás a ir por ella?
El mundo de Dark Souls II ha ido expandiéndose de a pocos con diversos DLC, tres en total. Estos nos han presentado nuevos contenidos y retos para poder obtener tres coronas. Estas nos revelarán un gran secreto ¿Será un nuevo juego? Pero es momento de analizar este tercer y último DLC, The Crown of the Ivory King. Se trata de un DLC más duro; un nuevo mundo más exigente y un universo no apto para novatos.
Lo que más me llamó la atención fue el hecho de que esta tercera aventura cambiara de escenario drásticamente. Nos trasladaremos a un mundo congelado en busca de la tercera corona, la cual obtendremos luego de vencer a los tres bosses que rondan el castillo de nieve y hielo. Al igual que en el anterior, aquí tendremos que realizar una labor de exploración como nunca lo habíamos hecho, en un stage verdaderamente enorme.
Para llegar a este nuevo reino debemos viajar hasta la desviación en ruinas de los Bosques Sombríos, para luego tomar un camino que nos resultará más que familiar. Quienes hayan terminado el juego se darán cuenta de inmediato.
Hecho esto, llegaremos al santuario de invierno. A esto, la flor congelada será necesaria, pero esta la tendremos una vez hayamos descargado este DLC. Luego de acceder a la nueva zona, simplemente nos quedaremos “congelados” luego de apreciar y admirar todo lo que nos espera dentro de un enorme castillo –recreado en medio de montañas y picos congelados- mientras que el sol se muestra en un ocaso invernal muy acorde a este nuevo mundo.
Pero lo bueno comienza aquí. Es que con solo ingresar a este reciento, los enemigos comenzarán a aparecer en grandes cantidades. Esto es bueno, pero también malo. ¿Por qué? Es que gozan de un gran poder y con solo un golpe podrán quitarnos incluso más de la mitad de la vida. Por eso recomendamos llegar a este mundo con un nivel superior alto y armas potenciadas al máximo. Lo malo es la reutilización de dichos enemigos. Esto se puede apreciar claramente luego de haber disfrutado del juego y los DLC previos a este.
Este detalle no le resta mucho en general a la gran epopeya que nos espera. Ya que conforme vayamos explorando este tercer DLC, la mecánica o forma de juego es un poco distinta a los anteriores. Más aún cuando tengamos que enfrentarnos al jefe de esta primera parte. La mascota del rey, llamada Aava, casi al comienzo de esta nueva aventura nos sorprenderá.
Pero The Crown of the Ivory King contiene mucho más secretos. Conforme vayamos avanzando y conociéndolos de a pocos nos daremos cuenta de todas las novedades que traerá. Incluso podremos contar con aliados o seguidores, los cuales son básicos para poder acabar con el gran boss de este mundo.
Para contar con ellos tendremos que adentrarnos entre caminos secretos, repletos de enemigos y otros detalles más. ¿Van a morir? Sí. Y no una, sino muchas veces. Este es el universo de Dark Souls y más aún de este DLC con enemigos fuertes y poderosos, con nuevas mecánicas en sus cinco horas en promedio de juego.
Este DLC es un gran final, enmarcado en la espesa niebla de este nuevo mundo. Mientras buscamos a nuestros aliados podríamos repetir una o varias zonas, todo esto para llegar a la catedral y darle fin al rey que domina estas tierras.
The Crown of the Ivory King es una excelente forma de cerrar esta trilogía de coronas en el mundo de Dark Souls II. Es desafiante, interesante y nos propone nuevas mecánicas y un nuevo mundo que nos dejó helados.
La reutilización o el uso de diversos enemigos en forma repetitiva podría ser el único punto en contra que le vemos, pero qué duda cabe: esta propuesta expande aún más la experiencia de este juego, terminando todo con un epílogo muy a su estilo.
Para este análisis, contamos con la versión de PS3, pero también se puede encontrar para 360 y PC.
Puntaje: 8.5