Juan Luis  Del Campo

El humor es un asunto serio y más aún cuando es humor político. Esto lo sabe a fondo , un humorista con casi cuatro décadas de carrera profesional que se ha metido en más de un lío por sus mordaces imitaciones de los ricos y poderosos.

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Esta semana Álvarez está nuevamente en medio de una polémica, luego de que los Ministerios de la Mujer, de Justicia y de Cultura emitieran comunicados rechazando una imitación que hizo de la primera dama, Lilia Paredes, en el programa “Octavo Mandamiento” de Jaime Chincha a la que calificaron de “discriminatoria”.

En comunicación con El Comercio, el comediante criticó lo que calificó de “discriminación selectiva” por parte del gobierno y cuestionó el gran énfasis que se ha dado a un tema cuando hay problemas mayores por solucionar. Aquí nuestra conversación:

- Carlos Álvarez, estás nuevamente en el ojo de la tormenta. ¿Alguna vez uno se acostumbra a estas circunstancias?

Yo creo que más bien han hecho una tormenta en un vaso de agua. Me parece fuera de lugar que por una imitación que se hace a la primera dama, inspirada en una noticia y no un tema inventado, hayan respondido la ministra de la Mujer, el ministro de Justicia y el primer ministro.

Parece que hay una especie de discriminación selectiva por parte del MIMP y estos otros actores políticos, que se quedan callados cuando mujeres son violentadas, pero si tocan a la esposa del mandatario hablan de discriminación y racismo. Otros te insultan, incluso me han caído amenazas de todo calibre. Entonces me pregunto qué está pasando en el Perú. ¿No es que la discriminación es al revés? Me quieren discriminar como humorista y realmente no defienden a quienes deberían defender, a las personas vulnerables.

- ¿Cómo responde a las acusaciones del MIMP de que discriminó y faltó el respeto a la primera dama Lilia Paredes?

Yo me pregunto, ¿dónde está la falta de respeto?. ¿Dónde está la discriminación y el racismo? Si analizamos los nueve minutos de la entrevista, simplemente se trata de humor. Si se busca falta de respeto y discriminación solo hay que ir a Lambayeque donde hay un colegio donde están usando como urinarios baldes. Esa es discriminación y racismo contra las niñas y las madres que tienen que soportar esa humillación por parte de nuestras autoridades.

- A lo largo de su carrera ha imitado a primeras damas como Eliane Karp, Nadine Heredia y Nancy Lange. ¿Ha tenido reacciones como estas antes?

Nunca. Eso es lo anecdótico. A lo largo de mi carrera he imitado primeras damas como Eliane Karp y Nancy Lange; a ministras como ‘Mocha García Naranjo’ y Beatriz Merino; e incluso he parodiado a presidentas extranjeras como Michelle Bachelet y Cristina Kitchner, algunas de las cuales incluso me han felicitado y se han reído de mis imitaciones. Ellas nunca se han molestado y nadie habló de discriminación.

Entonces no entiendo porqué ahora utilizan este lenguaje divisionista y algunos vomitan tanto odio. Creo que el meollo del asunto es que se les están diciendo sus verdades con un personaje, no con discriminación ni racismo, sino a través del humor que yo hago político. Y si esto les duele, les pica o revienta, ese es su problema. Yo me debo al público, no me debo al primer ministro.

-¿Qué cree que está detrás del ‘respeto’ que exige el gobierno?

Yo creo que existe una intolerancia política y les molesta el mensaje. Son bromas y si ellos lo toman como un ataque, allá ellos. Yo no tengo la culpa de que ahora haya un caso de tráfico de influencias que involucra a la hermana de la primera dama, Jennifer Paredes, y que esta esté como no habida. Porque parece que cuando hay una acusación todos desaparecen.

- ¿Cómo elige a los sujetos de sus imitaciones?

Bueno, porque son actuales, son la noticia. Yo no escojo a ningún personaje por animadversión, por cálculo político o ningún tema partidario. Si tu me hubieses dicho para imitar a la señora Lilia Paredes hace un año, no lo haríamos porque no era relevante.

Es curioso que hemos imitado a la vicepresidenta Dina Boluarte y nadie dijo nada. ¿Por qué? ¿Por qué terminó con Perú Libre y se peleó con Cerrón? Qué casualidad. Solamente defienden a los que están en el cotarro político. Los demás, los que no son de su partido, a esos se puede criticar y agarrar de palos.

El tema de imitar a los parientes de los gobernantes no ha ocurrido solo en esta administración, ha pasado durante el gobierno de Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, PPK. Nosotros criticamos con humor, pero esos delitos, que ahora casi todos están en juicio, lo hicieron los políticos, no los humoristas. Yo se que ellos lo comprenden, pero no lo quieren admitir, no lo quieren aceptar, porque les están diciendo sus verdades con humor y eso les molesta.

-¿Es el humor político imprescindible para una sociedad saludable?

Yo creo que sí y a través de la historia ha sido así. Si lo analizamos, vemos que los humoristas han tenido fuerza, si bien no para cambiar a un país, si para aportar con el humor político. Es así que la caricatura política ha sido importante durante la época de la Revolución Francesa y la caída del gobierno zarista en Rusia, donde mostraban al zar Nicolás II como un títere de Rasputín. Aquí “Monos y Monadas” tuvo un gran poder con Leonidas Yerovi y luego con su nieto Nicolás. E igual los programas humorísticos y el humor político tienen fuerza.

Algunos políticos tienen correa, otros lo aceptan porque les conviene y les da popularidad, pero hay quienes se pican. Quizás porque son intolerantes o porque estamos de repente pisando la línea de una dictadura en la cual ya le quieren decir a los periodistas “no pueden publicar esto, esto es delito” Ahora le toca también a los humoristas. Pero si creen que van a amedrentar a quien habla están muy equivocados. No me la estoy dando de valentón, pero me parece que yo vivo en un país libre, en democracia. Y eso quiero que se respete. Si ellos vienen con actitudes autoritarias, es su problema. Pero nosotros los peruanos tenemos que unirnos para que se respete nuestra libertad de expresión, de prensa y de expresión artística.

- A pesar de esta importancia, la esfera de los humoristas políticos sigue siendo relativamente pequeña en el Perú. Te tenemos a tí, a Los Chistosos, JB y algunos caricaturistas políticos, pero no a muchos jóvenes. ¿Por qué crees que es esto?¿Es difícil entrar en este medio?

El humor político si requiere cierto análisis de la política y la actualidad. De repente es que ahora estamos llegando a una etapa donde está más de moda el TikTok, las bromas, qué se yo, en las redes, y de repente puede ser eso.

Pero una cosa sí te voy a decir. A nosotros nos siguen muchos jóvenes, porque ellos a través de las redes se enteran de todo. Gente de 15, 20 años me dicen que se enteran de lo que pasa en el país por mis sketches y mis parodias. No será eso lo que les molesta. Que el humor político llega a estos grupos inmensos, que no utilizan los medios tradicionales porque les parecen aburridos, y permiten que se enteren, juzguen, critiquen y formen su opinión.

Entonces ahí el humor se convierte en un arma muy poderosa. Pero no es un arma para hacer daño, su propósito es revelar, quitar la venda de los ojos al pueblo en muchas cosas que hacen mal las autoridades. Y no estoy hablando solo de este gobierno, sino de más de veinte, treinta lamentables años, que en temas de corrupción han sido un asco.

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