Diariamente, Rodolfo Carrión (Ancash, 1949) se entrega a largas caminatas por la avenida Bertolotto, cerca al mar. Mientras respira aire fresco y es abrazado por el viento, recibe los saludos cariñosos de la gente. La mayoría lo llama ‘Felpudini’; algunos pocos, ‘Robin’. Desde que fue diagnosticado de cáncer de pulmón en etapa 4, el actor enfrenta la enfermedad con entereza y buen ánimo. A pesar de la dureza de esta lucha que apenas comienza, no da tregua en su batalla y mantiene su fe intacta, convencido de que donde hay 1% de posibilidad, debe tener 99% de fe.
“Cuando me dijeron que tenía cáncer, me afectó, pero no de manera tan profunda. Nunca pregunté cuánto tiempo de vida me queda porque no quiero establecer límites que condicionen mi existencia. Actualmente, estoy en pleno proceso de quimioterapia, sometiéndome a una sesión cada 21 días. Ya me han hecho seis y no sé cuántas más necesitaré. Es lo más duro del tratamiento, me limita, me deja mal durante unos tres días”, comenta el artista nacional, destacando que pese al alto grado de afección que tiene, está superando la enfermedad. “Los tumores se han reducido en un 50%. Estamos en la pelea para ver quién gana. Estoy seguro que voy a ganar”, añade con optimismo.
Diagnóstico desalentador
A fines del 2023, Carrión Velarde acudió al médico por una bronquitis persistente, pero el diagnóstico que recibió fue alarmante: cáncer de pulmón en estadio 4. Un tipo de cáncer que suele ser bastante agresivo.
“No tuve síntomas porque soy asintomático, pero a pesar de estar avanzado, tuve la suerte de que no hizo metástasis. A diferencia del cáncer de próstata de Christian Thorsen, el mío no da escapatoria. No puedo someterme a cualquier tratamiento, pero gracias al doctor Leiva, jefe de oncología del Hospital Sabogal, pude ingresar a un programa de medicina experimental en la clínica Ricardo Palma. El seguro me cubre todo”, aclara el actor.
“Es probable que algunos pacientes seleccionados viajen hasta allí para seguir el tratamiento, que es considerado experimental porque ataca específicamente a las células cancerosas. El doctor Leiva y el neumólogo Óscar Quintana me están brindando todo el apoyo necesario, incluso me han proporcionado los equipos de nebulización para hacerme el procedimiento en casa. Los uso tres veces al día. No hago dietas, mantengo mi peso (57 kilos)”, detalla con cierta dificultad para respirar.
Esta no es la primera vez que el actor de 75 años se enfrenta a la adversidad y a circunstancias extremas de salud. A inicios del 2023, fue internado en el Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) debido a que su corazón solo funcionaba al veinte por ciento y había sufrido varios infartos en el pasado. En el 2011, también tuvo que someterse a una intervención quirúrgica de uretrotomía debido a dolores y molestias intensas en el abdomen.
“Estoy preparado para asumir lo que venga con entereza y tranquilidad, ya que no es la primera vez que enfrento una circunstancia de esta naturaleza. Siento respeto por la enfermedad, pero no miedo, pues el miedo exacerbado y compulsivo es totalmente nocivo y puede desencadenar procesos fatales”, comenta.
El artista vive con su hermana Gladys y sus sobrinos en su casa, en San Miguel. En su familia encontró el apoyo indispensable para mantenerse firme, especialmente en los momentos más difíciles del tratamiento. Además, se refugió en la docencia, una actividad que le ha permitido mantenerse conectado con la actuación y el arte.
“Sigo dictando talleres de actuación en el Centro Cultural Jade con Efraín Aguilar. El 10 de junio iniciamos un nuevo ciclo. Como decía Facundo Cabral, aquel que trabaja en algo que no le gusta es un eterno desocupado. Tengo más de 50 años de carrera artística. Comencé mi actividad profesional en 1972 y me he mantenido activo casi ininterrumpidamente. Para superar cualquier dificultad es fundamental mantener un buen estado de ánimo y una actitud positiva; esto constituye el 50% de la batalla”, señala.
Rodolfo Carrión es maestro de teatro, actor y director, y en la televisión alcanzó popularidad con ‘Felpudini’ en “El jefecito”, un espacio que recuerda con gran nostalgia y donde compartía actuación con Analí Cabrera, su gran amor.
“Fue un personaje muy exitoso, estuvimos en ‘Risas y salsa’ durante unos 20 años. Es un personaje muy querido y entrañable, pero también una trampa porque cuando me llamaban para otros roles, algunos pensaban que no podía hacerlo debido a la asociación con Felpudini. A pesar de eso, logré superar esa imagen”, reconoce.
Iniciativas lejos de la TV
Lleva tres años alejado de la televisión, aunque espera regresar pronto como actor. En el 2023, estuvo detrás de cámaras dirigiendo el programa de humor de Latina, “Jirón del humor”.
“Me gustaría volver, pero por el momento no podré por el tratamiento. Dedico tiempo a leer, estudiar y disfrutar de largas caminatas diarias por la playa, lo cual beneficia mi salud física. Y cuando termine este proceso iré a Italia, quiero pasear. Hasta que llegue ese día, vivo el aquí y el ahora, y lo disfruto”, enfatiza.
El cáncer siempre ha sido una sombra en el entorno familiar de Rodolfo Carrión. Tres hermanos han perdido la batalla contra esta enfermedad y ahora, dos de sus sobrinas también están enfrentando este desafío. Sin embargo, para el actor, la idea de la muerte no es motivo de inquietud.
“Lo veo como una circunstancia, ya lo he reflexionado profundamente. Todas las culturas glorifican la muerte, la veneran. Nosotros, por nuestra capacidad de abstracción, amplificamos ese concepto, lo que al final resulta perjudicial. Para mí, es solo una circunstancia, no busco hacerla épica. No tengo un escenario ideal de despedida en mente. Solo diré: ‘Chau’”, subraya con serenidad.