Sonia del Águila

La noche del 7 de diciembre del 2002, en el histórico Alexandra Palace, en Londres, la representante peruana, (Guadalupe, 1979), fue elegida segunda finalista en una de las ediciones del Miss Mundo más controvertidas de la historia. La ganadora fue Miss Turquía, Azra Akin. El certamen, previsto a realizarse en Nigeria, tuvo que trasladarse a la capital británica, ante la oposición de los sectores más radicales de la comunidad musulmana. “Hubo momentos muy tensos porque los extremistas religiosos que no estaban de acuerdo con el concurso, amenazaron con matarnos”, rememora la ex reina de belleza.

Nos regresaron a Londres varias veces porque creían que el avión tenía una bomba. Fue más de un mes de dura competencia, yendo de un lado a otro, enfrentando diferentes climas. Éramos más de107 concursantes. Fuera de todo eso, debo reconocer que fue una experiencia hermosa, conocí gente increíble y un país con una cultura maravillosa”, asiente.

Inicios

Mora Montero incursionó en el modelaje a los 16 años, y en los certámenes de belleza al cumplir la mayoría de edad. Siempre tuvo claro que sería modelo, por eso al terminar el colegio dejó su natal Guadalupe, para irse a la capital en busca de oportunidades.

Mis padres me apoyaron, pero me condicionaron a estudiar una carrera universitaria, paralelamente al modelaje. Estudié marketing empresarial”, narra.

Antes de ser coronada Miss Perú Mundo 2001, Marina consiguió los títulos de Miss Perú Turismo 2000, Miss Turismo Mundo y Miss Latina Internacional. En ese tiempo, también se conviritió en uno de los rostros más representativos y queridos del popular espacio de entretenimiento “R con Erre”.

Cuando trabajaba como modelo en el programa de Raúl Romero, era el boom de Panamericana TV. La gente nos esperaba a la salida del canal. El cariño del público era impresionante. Fue una época muy bonita y a la vez sacrificada porque tenía el modelaje, la televisión y me estaba preparando para el Miss Perú. Iba al gimnasio a las 5 de la mañana, tambíen al spa. Fue una preparación rigurosa porque me convocaron cuando estaba un poco subida de peso”, comenta.

Renovada

Durante varios años, Mora lidió con el sobrepeso por un problema de hipotiroidismo. En 2021 tras someterse a una cirugía de banda gástrica consiguió reducir 20 kilos.

Cuando subí de peso recibí críticas de Magaly, quien con el tema de que empodera a la mujer, la chanca. Nunca le hice caso, tampoco intenté justificar el tema de salud que tenía porque no lo creí conveniente. Lo que sí hice fue tratarme. Expresarte de manera peyorativa e hiriente no es humano ni cordial, y no habla bien de la persona que lo hace. Hay que tener un poco de empatía porque puedes hacer daño, generar problemas psicológicos, de anorexia o bulimia. A mí no me pasó porque siempre tuve buena autoestima”, señala.

En 2004, poco tiempo después de culminar su reinado del Miss Perú Mundo, Marina lanzó la marca de productos de belleza y cuidado personal Bellísima. Abrió, además, una escuela de formación integral que lleva su nombre, en el que imparte talleres de modelaje, pasarela, maquillaje y etiqueta social. También está al frente de los certámenes de belleza Miss Teens Model Perú y Little Queen Perú.

Lo que hacemos con nuestras alumnas es descubrirlas formarlas, potenciarlas y darlas a conocer para que ellas luego sean modelos o reinas de belleza conocidas. Hemos tenido en la escuela a Janet Leyva, Kelin Rivera y a Luciana Fuster, quien recientemente fue coronada Miss Grand International. También tenemos alumnas que solo vienen para verse mejor, mejorar su postura o aprender a maquillarse”, detalla.

En 2004, Marina Mora abrió una escuela de formación integral que lleva su nombre. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
En 2004, Marina Mora abrió una escuela de formación integral que lleva su nombre. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
/ NUCLEO-FOTOGRAFIA > ANTHONY NINO DE GUZMAN

Regalo de vida

Mora cierra un año de mucho aprendizaje y cumpliendo uno de sus más grandes sueños: convertirse en madre junto a su esposo, el empresario Alejandro Valenzuela. El 22 de setiembre alumbró a Sofía.

Fue por fecundación in vitro (FIV). Lo intenté de forma natural, pero también era poco responsable porque a los 40 años el óvulo ya no tiene la misma calidad y yo, felizmente, congelé los míos. Me embaracé en enero y por mi tratamiento tuve que tener tres meses de reposo. Me costó un poco el cambio, tomar conciencia de que, además de ser responsable de mí era responsable de una vida que estaba creciendo dentro de mí. El primer mes me dediqué totalmente a ella, el segundo ya no estaba tan aprensiva, y el tercero, que es este, estoy un poco más adaptada. Igual con muchas emociones porque la bebe me sorprende todos los días. Estoy en la etapa más feliz de mi vida”, subraya.


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