Sonia del Águila

De personalidad desbordante y apertura a los cambios, a asumir nuevos retos, a “dar el siguiente paso”; retorna a sus orígenes como reportero en “Yo la hice”, su nuevo canal de YouTube sobre peruanos emprendedores que triunfan en el extranjero.

Tengo 24 años trabajando en televisión. Empecé como reportero en noticieros y programas dominicales, aunque mucha gente cree que fue como conductor, en ‘Esto es guerra’. Empecé haciendo casos sociales y entrevistando a peruanos que la hicieron linda afuera. Prácticamente lo mismo que estoy haciendo ahora en mi canal”, asegura.

Brivio Grill ingresó a la TV en 1999, como practicante de “América Noticias”. Posteriormente fue reportero de los programas “La Revista Dominical”, “Fin de Semana”, “Tiempo Nuevo” y “Cuarto Poder”. En 2012 ingresó a “Esto es guerra”, y como la televisión suele ser complaciente y a la vez tirana, ocho años después cambió de rumbo al darse cuenta que se había perdido los mejores momentos de sus hijos. Actualmente conduce “Sábados en familia” por Latina.


Mathías Brivio. (Fotos: archivo personal)
Mathías Brivio. (Fotos: archivo personal)

“Yo la hice” es la segunda incursión de Mathías en plataformas digitales. En 2018 encendió la braza con “Parrillados”, un espació orientado a la gastronomía peruana.

Tuve varios intentos de hacer algo en YouTube, pero nada prosperó. Relanzaré ‘Parrillados’. ¿Por qué lo dejamos de hacer? Porque ocurrió incidente que me desanimó de seguir ese camino. Cuando le pusimos música de bandas peruanas caletas de rock, con su respectivo crédito del grupo, del álbum; el mánager de las bandas bloqueó la cuenta. Tuve que pagar una fuerte multa”, recuerda.

─¿Y qué te animó a retomarlo?

Una entrevista con Jesús Alzamora en su canal de YouTube. A él le doy parte del crédito de lo que está pasando ahora con mi canal. Él me animó y me dio este espaldarazo para intentar nuevamente. Este era un nicho que no estaba explotado de la manera como nosotros lo estamos haciendo: bastante profesional. Utilizamos drones, tres cámaras. Gracias a Dios está resultando bastante bien. Me gusta porque no es como la tele que dependes de un horario, de un jefe o de otras exigencias. Este podcast te permite tener independencia.

─Resumiste la historia del restaurante Pukara con la frase: “Creímos en nosotros y triunfamos”. ¿Con qué frase resumes la historia de tu vida?

Con la frase: “dar el paso”. No importa que algunas personas lo vean como que di el paso hacia atrás. Siempre creo en los pasos que doy porque son mis metas y sueños.

─Lo de un paso hacia atrás, ¿lo dices por “Esto es guerra”?

No me refiero a un programa específico. Pero cuando salí de ese programa, mucha gente, en su momento, no lo entendía. Me decían: “Cómo se te ocurre dejar un programa que es número uno”. Todo el mundo quería estar allí. Pero sentí que era el momento de irme. Durante ocho años, prácticamente, no vi crecer a mi hija mayor. Cuando me iba al programa, ella recién llegaba del colegio. Y cuando yo llegaba la casa, la encontraba dormida. No podía permitir que me pasara lo mismo con mi hija del medio.

Mathías Brivio. (Fotos: archivo personal)
Mathías Brivio. (Fotos: archivo personal)

─¿Sientes que cuando ingresaste a “Esto es guerra”, la visión que la gente tenía sobre tu trabajo cambió?

Claro que sí. Entré al programa más visto de la televisión peruana, que en su momento era una locura. Hay chicos que tenían ocho años cuando empecé y cuando salí, tenían 16. Crecieron viéndome en ese programa, creyendo que no había hecho otra cosa más que eso.

─¿Volverías a conducir “Esto es guerra”?

Nunca digo nunca. No podría decirte que no lo haría, pero ahora estoy muy tranquilo con lo que estoy haciendo, con lo que me está pasando: con mi programa de YouTube y “Sábados de familia”.

─¿Sigues pensando que la televisión es una jungla? ¿Alguna vez renegaste de ella?

La tele es realmente una jungla, pero nunca renegué de ella. Es mi trabajo, es lo que he hecho durante 24 años; pero no soy un adicto a salir en la tele. Si tuviera la posibilidad económica, si me sacara la lotería, la dejaría. Si pudiera no estar en la televisión y estar tranquilo en una isla desierta, con mi familia, estaría feliz.

─¿No la extrañarías?

No, porque no soy adicto a la exposición.



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