A los 16 años fue descubierta por dos cazatalentos mientras tomaba el sol en la playa El Silencio, en Punta Hermosa. Ama el mar, la naturaleza, la moda y mostrarse en su forma más pura y natural. Olenka Zimmermann (Lima, 1969) se considera atractiva, más no bella. Reconoce que es transgresora y que incursionar en OnlyFans, en una sociedad pacata como la nuestra, fue un “desafío absoluto”.
La exmodelo y expresentadora de “Al sexto día” incursionó en la popular plataforma por suscripción para adultos, en agosto del 2022, motivada por su equipo de producción de “Crónicas de impacto”.
“Cuando abrí mi OnlyFans, todo el canal lo celebró. Fue divertido. Lo mío es un trabajo artístico al desnudo, es mi cuerpo y performance. Todo con mucho cuidado, elegancia, con clase. El material que comparto es hermoso, privado. Tengo límites. Yo no hago pornografía, ni juegos sexuales, ni uso juguetes. Juego con mi sensualidad, como si estuviese modelando bonito, bailando, haciendo cosas, creando un guion. Me gusta grabarme en la naturaleza, utilizando un outfit que vaya con el espacio, y todo lo musicalizo. Es casi un homenaje al rock and roll”, comenta.
Zimmermann crea y supervisa cada detalle del contenido que comparte y aclara que luego de hacer una colaboración con Xoana González, una de las pioneras en el negocio de OnlyFans -por el momento- no piensa aliarse con otra figura.
“Salimos en toples y nos dimos unos piquitos, con la actitud de conejitas de Playboy, pero más que eso, no hubo. La pasamos súper bien. Y esto es una chamba, hay que invertir, producir, crear. Trabajo con un equipo, en el que yo soy mi propia jefa. Tengo un contador, pago impuestos. Es un negocio rentable, se gana bien. ¿Cuánto? No manejo cifras. De hecho, todos no ganamos igual. Hay quienes han llegado a ganar 10 mil dólares en un solo día”, comenta.
Alejada actualmente de la televisión, Zimmerman también acaba de lanzar una nueva colección de bikinis, llamada Summer24, emprendimiento que inició en el 2001, luego de estudiar diseño de modas en España.
“Mi punto de partida para crear es la belleza del estampado. Saco ideas de todos lados y prácticamente los trabajo sobre mi cuerpo porque tengo que ver que sea cómodo y sexy al mismo tiempo. Todos son full tendencia. Los ofrezco a través de catálogos, de Instagram y visitas a mi showroom, previa cita”, enfatiza.
Olenka debutó en televisión en “Zona de Impacto”, programa de Javier Meneses, hace más de tres décadas. Formó parte de espacios periodísticos y de entretenimiento como “La Ventana Indiscreta”, “Dos dedos de frente” y “Al sexto día”. Su salida de este último se dio en medio de gran polémica.
“Me sacaron cuando aún faltaban seis meses para que acabe mi contrato. Susana Umbert compró el programa y como nueva dueña hizo lo que le dio la gana. No tuvo ningún respeto por los contratos laborales y mucho menos por su público. Pensé en demandar, pero no haré nada porque es desgastante”, señala tras confiar que extraña la televisión, pero sobre todo el compañerismo y el trabajo en equipo. “Me gustaría regresar pero con una propuesta que me guste, me llene, y con un director como Alonso Gamarra”, añade.
El 6 de noviembre cumplió 54 años. Cuida su cuerpo tanto como su alma y su pensamiento crítico. Hace deporte (aunque no tanto como quisiera) y come saludable. Estudia filosofía, se inició como DJ en una reciente feria de vinilos y tiene interés en incursionar en política.
“Sin la música me muero. Me encanta. Tengo una página de música en YouTube, Usura TV, que dejé en stand by porque no era rentable. El copyright no me dejaba ganar. Pero la retomaré mezclando la música que amo. ¿Qué opino del regreso de La liga del sueño (agrupación liderada por su expareja Pelo Madueño) por los 25 años de Mundo cachina? No me importa, qué aburrido, nunca en mi vida iría a uno de sus conciertos”, asegura. “Y en cuanto a la política, me interesa, pero con responsabilidad, con esa que siempre llevé todos mis proyectos”, destaca.
Para la artista de espectacular figura y personalidad desbordante, el paso del tiempo es motivo de celebración. No le preocupa envejecer, pero sí perder su independencia. “No me quita el sueño que se me caiga la cara o el trasero. Lo que sí me preocupa es el tema de la salud: tener que depender de una medicina o cuidados médicos. Quiero seguir usando mis botas y jeans por muchos años más y que me entierren con mis botas puestas. Eso es algo que le pido al cielo”, finaliza.