En medio de la adversidad, Pierangeli Dodero inició el camino hacia el éxito. A los 14 años incursionó en el modelaje para poder cubrir parte de los gastos de su hogar, luego de la separación de sus padres. Las pasarelas posteriormente la conectaron con los certámenes de belleza. Ostenta los títulos Miss Mundo Latina Internacional 2003 y Señora Perú Universo 2019. Actualmente, conduce los programas “Pierangeli en casa” y “Niños extraordinarios”.
“Me involucro en esta aventura cuando tenía 14 años y mis padres se separan. Mi mamá trabajaba, pero no ganaba lo suficiente para mantener el estilo de vida que teníamos, entonces mis hermanas y yo tuvimos que trabajar para apoyarla. Conseguí un trabajo como modelo mintiendo sobre mi edad porque en ese tiempo tenías que tener 18 años para poder modelar. Me pagaban 20 dólares por 12 horas de trabajo, parada, con taco 12. Llegaba a mi casa a llorar por el dolor de pie, pero me animaba el hecho de poder ayudar con los gastos, de poder pagar mi colegio.... Empecé modelando por necesidad y poco a poco otras puertas se me abrieron”, narra una de las hijas predilectas de Arequipa.
─¿Qué otras puertas se te abrieron?
Las de los certámenes de belleza. Empecé ganando el concurso de mi facultad, de Turismo y Hotelería, luego competí con otras facultades y seguí con el Miss Arequipa. Luego de ser coronada reina de mi región se me presenta la oportunidad de participar en el Miss Perú 2003 y al mismo tiempo en el Miss Mundo Latina Internacional. Opté por el segundo porque era un concurso en el extranjero, en Canadá, y gané. Pude conocer el mundo, recorrer parte de Latinoamérica haciendo obras sociales, y devolverle a mi mamá todo lo que hizo por mí.
─¿Tuviste una niñez difícil?
Pese a la separación de mis padres, mi niñez fue feliz porque entendí que lo mejor para ellos era estar separados, y el amor que sentía por mi papá nunca cambió. Pero por trabajar tuve que saltarme etapas, no viví la etapa de los bailes, de juerguear... porque tenía otras responsabilidades, eso me hizo la mujer que soy ahora.
─¿Qué tipo de mujer eres?
Madura y responsable. Logré establecerme en la capital trabajando sin descanso y con bastante disciplina. Estoy convencida de que la suerte no existe, tenemos que estar preparados para cuando llegue la oportunidad.
─¿A qué edad llegaste a la capital?
El 2006, tenía 22 años, ya había terminado la carrera en Arequipa y aquí las campañas estaban en todo su auge. Empecé trabajando en varias agencias de modelos a la vez, también en una empresa multinivel haciendo mercadeo de redes, trataba de estar en todo lo que podía.
─¿Luego de aquella participación frustrada al Miss Perú nunca más intentaste postular?
Llegué a participar el 2009, con Tito Paz, quedé como segunda finalista. Aquella vez me desencanté de los concursos de belleza y busqué nuevos horizontes. Ingresé a trabajar a Taca, estuve diez años como jefa de cabina, volando, disfrutando del cielo, una gran pasión. Luego, la novia fugitiva se casa y se reencuentra nuevamente con los concursos de belleza (Ríe).
─¿Por qué la novia fugitiva?
No sé si venir de un hogar de padres separados afecte psicológicamente, pero siempre huía del matrimonio, hasta que conocí a un hombre tan generoso, bueno y con grandes valores que supe que tenía que decir que sí. Mi esposo y yo tenemos los corazones muy parecidos, casi iguales.
─En una etapa madura de tu vida y después de desencantarte de los certámenes de belleza, ¿qué te motivó a perseguir el Señora Perú?
El poder seguir con las obras sociales que tenía, pues estas plataformas son poderosas siempre y cuando las sepas usar. Las coronas me han permitido llegar a muchos lugares, conocer las necesidades de nuestro país y del mundo. Actualmente soy embajadora de las Mujeres Aymaras del Perú y como tal participo en diferentes eventos, hace unos días estuve en el II Encuentro de la Red RU-IRA, de universidades comprometidas en la difusión de los principios IRA de FAO en Santo Domingo, República Dominicana.
─¿Cómo fue el camino hacia el Señora Perú Universo 2019?
Fue duro, tuve que prepararme bastante, llevé clases de modelaje, de oratoria..., recuerdo que cuando llegaba de trabajar, de volar, me iba directamente a los ensayos. Gracias a Dios la corona se da y no he parado. Han sido años intensos.
─Casualmente, ese mismo año, tu mamá, Danisa Jovich, consigue la corona del GrandMa Universe 2019.
Ganó en Bulgaria, casi toda la familia la acompañamos para darle la energía que necesitaba y hacerle barra. Fue una sorpresa para todos que ganara, es la reina madre. Siempre quiso competir, pero mi abuelo nunca la dejó. A los 69 años hizo realidad un sueño frustrado.
─¿Está en tus planes tener hijos?
De hecho siempre me he escapado un poquito de ese tema, es difícil encontrar espacio, porque pienso que tienes que tener tiempo para que un niño venga bien. Si Dios quiere el próximo año me anime, mientras tanto tengo a mis dos programas, que son como mis hijos.
─¿Cómo incursionas en la conducción de TV?
Llegando de China, del Señora Mundo, con Víctor Sánchez, mi productor, nos fuimos a conversar, a tomar un café. En ese tiempo había renunciado a la aerolínea donde trabajaba y mi productor me propone hacer un magacín. Sin dudarlo, le dije que sí. Ahí empezó todo. Hicimos el piloto de “Pierangeli en casa” en marzo del 2000, luego lo presentamos a Willax TV y en agosto de ese mismo año ya estaba al aire. El programa se llama así porque se graba en mi casa.
─Luego viene “Niños extraordinarios”, un programa que te permite interactuar con menores de edad.
Ese programa también nace por mi productor, me presentó el proyecto, me dijo que lo había pensado para mí y aquí estamos, después de grabar varias ediciones en Lima, nos hemos descentralizado, hace poco estuvimos grabando en Arequipa, fue una experiencia increíble, muy gratificante.
─¿Es complicado hacer un programa protagonizado por niños?
Lo más difícil es conectar con ellos, gracias a Dios lo he logrado. Para este proyecto me preparé con clases de claun y teatro, porque sabía a lo que me enfrentaba.
─¿Cuál ha sido el momento más gratificante que te ha regalado la vida?
El haber podido viajar a Serbia, a la tierra de mi abuelo. Llevé a mi abuelita para que cumpla su sueño de conocer el lugar donde nació su esposo. Nos fuimos en familia, fue un viaje inolvidable.
─¿Y el momento más duro?
La muerte de mi abuelo porque fue como un padre para mí, era muy cercana a él, siempre me contaba historias de la Segunda Guerra Mundial. El hecho de perderlo fue muy fuerte y doloroso.
─¿Qué proyectos tienes para el próximo año?
Nos vamos de vacaciones durante un mes, luego volvemos con ambos programas. Por el momento es eso y si llegan nuevas oportunidades, estoy abierta a ellas. No me gusta quedarme en mi zona de confort, siempre voy por más.