La reciente edición de “Un Nuevo Día” estuvo cargado de emociones debido a que fue el primer programa sin Rashel Díaz, quien formó parte del show durante 12 años. La cubana fue despedida de la cadena hispana de Telemundo debido a la caída de los ingresos por la pandemia del coronavirus (COVID-19).
El programa inició con Chiquibaby leyendo un mensaje en el que se explicó que por la pandemia habían sufrido recortes, y que Rashel no estaría más en el matutino. Tras ello, intervino Adamari López y el chef James Tahhan para contar que más adelante le realizarían un homenaje a la periodista.
Y así fue, faltando unos minutos para que termine el programa, Adamari Lopez presentó un video de los mejores momentos de la conductora en “Un Nuevo Día”.
“Hoy es un día hermoso porque vamos a honrar a alguien a quien queremos mucho, a nuestra querida Rashel que estuvo levantando a todo el país durante doce años, llenándonos de alegría, diversión y también de mucha información. Así que llegó el momento de recordar sus mejores momentos”, señaló la también actriz antes de transmitirse el informe.
Tras la nota, Adamari y James se mostraron conmovidos y no pudieron contener las lágrimas por lo que Chiquibaby tomó la palabras y dijo:
“Gracias Rashel, todo el equipo, frente a cámara como detrás, te agradecemos a ti por ese compromiso, profesionalismo que siempre ha dedicado, por hacer tu trabajo tan impecable, por la dedicación a la comunidad hispana, a un ‘Nuevo Día’, y a Telemundo. Cada uno de nosotros estamos inmensamente agradecido…”
“Te queremos Rashel”, añadieron los otros dos conductores con la voz entrecortada. Luego, presentado por James, vino el mensaje que Rashel grabó desde su casa para despedirse de los televidentes.
“Bueno mi gente llegó el momento de decirles hasta pronto, porque aunque uno sabe que el momento de decir adiós va a llegar, definitivamente uno nunca está listo, hay que aceptarlo y es la realidad, sin embargo, voy a tratar de hacer lo mejor posible”, comenzó.
Y terminó su discurso con estas palabras: “Gracias a mi gente por dejarme ser quien yo era. Esto yo lo veo como un ciclo que termina, y además les confieso que Dios me ha mostrado que es una puerta inmensa que se me abre para cumplir todos esos sueños que tengo, y que en algún momento los dejé guardaditos para ahora sacarlos… Y también dedicarle tiempo a mi familia, a mis hijos,a mis proyectos, a Dios que es el centro de mi vida, los amo, los quiero mucho, no lo vean como un día triste, sino como un nuevo comienzo, y definitivamente siempre será: un nuevo día”.